El “zar fronterizo” de EE. UU. culpa a las madres inmigrantes de la deportación de sus hijos ciudadanos
Al menos tres niños estadounidenses fueron deportados con sus madres, quienes carecían de estatuto legal en el país
El “zar fronterizo” de la Casa Blanca, Tom Homan, responsabilizó de la deportación de niños con ciudadanía estadounidense a sus madres, quienes estaban en EE. UU. sin estatus legal, y argumentó que eran ellas las que habían puesto a su familia “en esa posición”.
La semana pasada, el Gobierno de Trump deportó a un ciudadano estadounidense de 2 años junto a su madre embarazada; según un juez, la deportación ocurrió “sin cumplire el debido proceso”. Asimismo, al menos otros dos niños, de cuatro y siete años, fueron expulsados junto con su madre, a pesar de que el de cuatro años padecía cáncer en estadio 4.
El lunes por la mañana, ante las preguntas de los periodistas, Homan reiteró una afirmación que hizo durante el fin de semana: la culpa es de las madres.
“Lo que hicimos fue retirar a los niños con sus madres, que pidieron que sus hijos partieran con ellas. Se trata de una decisión de los padres”, dijo Homan.

“Si permaneces en este país ilegalmente, ignoras la orden de un juez de autodeportarte, y eliges tener un hijo ciudadano estadounidense, te pones en esa posición; pones a tu familia en esa posición”, añadió Homan.
Homan afirmó que el Gobierno estaba “manteniendo unidas a las familias” al dar a los padres la opción de llevar consigo a sus hijos pequeños. Negó las acusaciones de que no se hubieran respetado las garantías procesales, y argumentó que una madre había firmado unos papeles en los que aceptaba llevar consigo a su hijo de 2 años.
Pero otros informes indican que el proceso de detención y deportación de la madre y el niño fue precipitado. Un juez federal también señaló que el padre del niño de dos años había intentado que la custodia legal del menor se transfiriera temporalmente a un familiar que es ciudadano estadounidense.
Gracie Willis, abogada y defensora de los inmigrantes en la organización National Immigration Project, dijo que las madres deportadas “no tuvieron oportunidad de hablar con sus co-padres para tomar las decisiones que tienen derecho a tomar de forma conjunta”.
“Debería preocuparnos gravemente que se haya dado al ICE la aprobación tácita para detener y deportar a niños ciudadanos estadounidenses a pesar de la disponibilidad y voluntad de los cuidadores residentes en EE. UU., quienes, debido a las propias acciones de ICE, no pueden encontrarlos ni ponerse en contacto con ellos”, dijo Willis.
Tricia McLaughlin, portavoz del DHS (Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU.), declaró al New York Times durante el fin de semana que es habitual que los padres que se enfrentan a la deportación quieran ser expulsados con sus hijos.

“Nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad de proteger a los niños y seguiremos colaborando con las fuerzas de seguridad federales para garantizar su seguridad y protección”, declaró McLaughlin.
Homan también reiteró que los niños ciudadanos estadounidenses no iban a ser una excepción en la agenda de deportaciones masivas del Gobierno.
Los comentarios de Homan fueron parte de una conferencia de prensa a primera hora de la mañana del lunes en la que él y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, destacaron los esfuerzos del Gobierno para cumplir la promesa de Trump de deportar a los inmigrantes indocumentados.
El zar de fronteras también aprovechó para advertir a cualquier inmigrante indocumentado que “ponga sus asuntos en orden” y “se vaya por iniciativa propia”.
Traducción de Sara Pignatiello