Trump propone otorgar la residencia permanente a universitarios extranjeros que se gradúen en EEUU
Todos los “comunistas, islamistas radicales, partidarios de Hamás, los que odian a Estados Unidos y los que ocupen cargos públicos” quedarían excluidos, según la campaña del expresidente
El expresidente Donald Trump expresó su interés en conceder la tarjeta de residencia permanente (Green Card) a los estudiantes internacionales que se gradúen en universidades estadounidenses.
En el pódcast The All-In Podcast del jueves, Trump afirmó: “Lo que quiero hacer, y lo que haré, es que al graduarse de una universidad, como parte del diploma, se debería obtener automáticamente una tarjeta de residencia permanente para poder permanecer en este país”.
Esa medida no solo se aplicaría a los graduados de universidades de cuatro años, aclaró Trump.
“Incluye también a los colegios universitarios. Cualquiera que se gradúe en una universidad, ya que pasa allí dos o cuatro años. Si te gradúas o consigues un doctorado en una universidad, deberías poder quedarte en este país”.
El expresidente hizo el comentario después de que uno de los presentadores del pódcast, el inversor Jason Calacanis, le preguntara: “¿Puede prometernos que nos dará más capacidad para importar a Estados Unidos a los mejores y más brillantes de todo el mundo?”.
Trump expresó su frustración por cómo algunos graduados estadounidenses abandonan el país y crean empresas en China o India porque no pueden obtener una visa para quedarse.
“Se necesita un grupo de personas que trabajen para las empresas y tienen que ser personas inteligentes… Se necesitan personas brillantes y nosotros forzamos a las personas brillantes, las personas que se graduaron en la universidad, las personas que son las número uno de su clase de las mejores universidades. Hay que ser capaces de reclutar a esa gente y retenerla”.
Aun así, se establecerían condiciones para examinar a los futuros licenciados.
Karoline Leavitt, portavoz de la campaña de Trump detalló a CNN que los graduados serían examinados “para excluir a todos los comunistas, islamistas radicales, partidarios de Hamás, odiadores de América y que ocupan cargos públicos”. Las personas que ocupan cargos públicos dependerían en gran medida del gobierno para recibir ayuda financiera.
También explicó: “Cree que, solo después de que se haya llevado a cabo esa investigación, debemos quedarnos con los licenciados más cualificados que puedan hacer contribuciones significativas a Estados Unidos. Solo se aplicaría a los titulados universitarios que hayan sido examinados más a fondo y que nunca rebajarían los salarios o los trabajadores estadounidenses”.
La política marca un cambio en la agenda de inmigración de Trump, que hasta este momento ha consistido en gran medida en formas de deportar a un número récord de inmigrantes de Estados Unidos.
Durante su primer mandato, Trump puso en el punto de mira los programas de visados utilizados por las empresas tecnológicas para contratar trabajadores extranjeros. En su lugar, dio instrucciones a las agencias federales para que utilizaran la estrategia “Buy American, Hire American” (Comprar en EEUU, contratar estadounidenses). En un momento dado, llegó a prohibir los viajes desde siete países de mayoría musulmana mientras ocupaba el cargo, en un esfuerzo por limitar el reasentamiento de refugiados.
El presidente Joe Biden también ha tomado medidas sorprendentes en su política de inmigración, como limitar la tramitación de asilo en la frontera estadounidense. Sin embargo, esta semana promulgó una medida ejecutiva que permite a determinados cónyuges e hijos indocumentados de ciudadanos estadounidenses solicitar la residencia permanente legal sin salir del país.
El anuncio de tales políticas se hace en un momento en que ambos candidatos intentan ganarse a los votantes de cara a las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.