Crecen los interrogantes tras la aparición de Trump con moretones en las manos
"El presidente Trump es un líder cercano a la gente y saluda a más estadounidenses a diario que cualquier otro mandatario en la historia", afirmaron desde la Casa Blanca
Crece la preocupación sobre el estado de salud del presidente Donald Trump luego de que se observara lo que parecía un hematoma en el dorso de su mano derecha.
En fotografías ampliadas de sus manos entrelazadas durante una reunión el lunes con el presidente francés, Emmanuel Macron, se puede ver una marca que parecía un moretón cubierto con maquillaje.
“El presidente Trump es un líder cercano a la gente y saluda a más estadounidenses a diario que cualquier otro mandatario en la historia. Su compromiso es inquebrantable y lo demuestra cada día”, declaró la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, a The Independent.
Sin embargo, algunos usuarios de X especularon sobre el posible origen del hematoma.
Algunos sugirieron que las marcas podrían deberse a una vía intravenosa, mientras que otros creyeron que podría estar tomando medicamentos anticoagulantes. También hubo quienes lo atribuyeron simplemente al envejecimiento.
Un usuario comentó: “Mi abuela tiene 79 años y siempre tiene moretones en las manos. Es normal cuando uno envejece y Trump ya está VIEJO”.
Otro usuario comentó: “Siempre tiene moretones. Es el karma por haberse burlado de la edad de Joe Biden”.
Algunos incluso compararon su mano con las de la difunta reina Isabel II, quien falleció en 2022 a los 96 años.
Un usuario bromeó sobre la fragilidad del ego de Trump: “Le falta poco para los 80 y, técnicamente, ya es un anciano… Pero no solo su piel es delicada, su ego también se moretea con facilidad”. Agregó además: “También es posible que esté tomando medicación anticoagulante”.
Una tercera persona bromeó: “Parece que tuvo otra de sus competencias de fuerza con Macron”.
Los líderes mundiales protagonizaron varios encuentros con apretones de manos inusuales, lo que el comentarista Piers Morgan describió en su momento como “pulseadas Trump-Macron”.
Otro sugirió una conexión con la visita del presidente francés: “Ese moretón debe ser por el tirón de orejas que le dio Macron cuando lo corrigió por mentir”.
Durante la reunión, Trump afirmó que Europa solo estaba “prestando” dinero a Ucrania para apoyar su lucha en la guerra contra Rusia. Sin embargo, Macron lo corrigió de inmediato. Colocando su mano en el brazo de Trump, señaló: “No, de hecho, para ser claros, pagamos el 60 % del esfuerzo total. Y, al igual que en Estados Unidos, combinamos préstamos, garantías y subvenciones. Estamos aportando dinero real, que no haya dudas”.
No es la primera vez que el estado de salud de Trump genera controversia. En agosto, el presidente de mayor edad en la historia afirmó que “con mucho gusto” haría público su historial médico, pero nunca lo presentó durante la campaña electoral.
La salud de los mandatarios se ha convertido en un tema político en los últimos años, especialmente desde la pandemia de COVID-19. En septiembre de 2020, Trump dio positivo por el virus apenas tres días antes de participar en un debate presidencial contra Joe Biden, lo que generó dudas sobre la transparencia de su equipo médico respecto a su condición.
Después de su tratamiento en el Centro Médico del Ejército Walter Reed (WRAMC), volvieron a surgir dudas sobre la transparencia de sus médicos. Según un informe de The New York Times, el entonces presidente presentó niveles de oxígeno en sangre extremadamente bajos, lo que llevó a temer que pudiera necesitar un respirador artificial.
El equipo de Trump no comentó sobre estos informes en ese momento, pero fuentes cercanas al exmandatario negaron que su estado de salud hubiera sido grave.
Como presidente, la salud de Biden también estuvo bajo escrutinio. Su tos persistente y su andar rígido reflejaban su edad, mientras que también surgieron dudas sobre su estado mental. Finalmente, tras tropezar en su debate contra Trump en julio pasado, las preocupaciones sobre sus capacidades cognitivas y su aptitud para un segundo mandato lo llevaron a retirarse de la candidatura demócrata.
Cuando Trump lanzó su campaña presidencial en 2015, su médico, Harold Bornstein, firmó una carta en la que aseguraba que su salud era excepcional. “Si gana, será el presidente más saludable de la historia”, afirmó en la carta. Años después, Bornstein confesó a CNN que no había escrito esas palabras. “Trump dictó toda la carta, yo no la escribí”, admitió. “La inventé en el momento”, agregó.
Traducción de Leticia Zampedri