Obispa incomoda a Trump al pedirle apiadarse de los inmigrantes y jóvenes LGBT+ “asustados”

Durante una ceremonia del Servicio de Oración del país, el presidente de EE. UU. se movió en su asiento e hizo muecas al escuchar a la reverenda Mariann Budde

Alex Woodward
Nueva York
Martes, 21 de enero de 2025 16:05 EST
Las Primeras Medidas Radicales De Trump: Inmigración, Clima Y Comercio
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Mientras celebraba el segundo día de su presidencia, Donald Trump escuchó el martes “una última súplica” desde el púlpito de la Catedral Nacional de Washington.

Horas después de que el presidente de EE. UU. firmara una serie de órdenes ejecutivas que ponen patas arriba la política de inmigración y pretenden apartar a los transexuales estadounidenses de la vida pública, la obispa episcopal Mariann Budde instó al presidente a tener “piedad” de los niños LGBT+ “asustados” y de las familias inmigrantes de todo el país.

“Millones han depositado su confianza en usted y, como dijo ayer a la nación, ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso”, dijo Budde en su intervención, mientras Trump escuchaba desde la primera fila.

Donald Trump escucha el discurso de la obispa Mariann Budde en la Catedral Nacional de Washington el 21 de enero
Donald Trump escucha el discurso de la obispa Mariann Budde en la Catedral Nacional de Washington el 21 de enero (Getty Images)

En su discurso de investidura del lunes, Trump proclamó que había sido “salvado por Dios para hacer que América sea de nuevo un país grandioso” tras un intento de asesinato el verano pasado.

“En nombre de nuestro Dios, le pido que tenga piedad de la gente de nuestro país que ahora tiene miedo”, continuó Budde.

“Hay niños y niñas gays, lesbianas y transexuales en familias demócratas, republicanas e independientes, algunos de los cuales temen por su vida”, añadió.

Y continuó: “Los inmigrantes que recogen nuestras cosechas y limpian nuestros edificios de oficinas, que trabajan en granjas avícolas y plantas de envasado de carne, que lavan los platos después de que nosotros comemos en los restaurantes y trabajan en los turnos de noche en los hospitales, puede que no sean ciudadanos o no tengan la documentación adecuada, pero la inmensa mayoría no son delincuentes. Pagan impuestos y son buenos vecinos. Son fieles miembros de nuestras iglesias y mezquitas, sinagogas, gurdwaras y templos”.

Trump —sentado en el primer banco junto a la primera dama Melania Trump y el vicepresidente J. D. Vance y su esposa Usha Vance, con miembros de la familia Trump detrás de ellos— la observó, inexpresivo, pero se movió en su asiento y e hizo una mueca tras su mención a los trabajadores inmigrantes.

Asimismo, se pudo ver a Vance enarcando las cejas y volviéndose hacia su mujer para conocer su reacción. Ella no se movió.

Donald Trump critica al Servicio Nacional de Oración de EE. UU. después de que una obispa le instara a tener piedad de los inmigrantes y de la juventud LGTB+

“Le pido que se apiade, señor presidente, de aquellos miembros de nuestras comunidades cuyos hijos temen que se lleven a sus padres, y que ayude a quienes huyen de zonas de guerra y de persecución en sus propias tierras a encontrar compasión y acogida en nuestro país”, prosiguió Budde.

“Nuestro Dios nos enseña que debemos ser misericordiosos con el forastero, porque todos fuimos una vez forasteros en esta tierra”, dijo, y añadió: “Que Dios nos conceda la fuerza y el valor para honrar la dignidad de todo ser humano, para decirnos la verdad unos a otros con amor, y caminar humildemente unos con otros y con nuestro Dios, por el bien de todas las personas —en esta nación y en el mundo. Amén”.

Sus declaraciones se producen tras las órdenes ejecutivas de Trump que buscan “clarificar” la cláusula de ciudadanía de la Constitución, suspender las admisiones de refugiados y el derecho de asilo, y declarar una emergencia nacional para enviar tropas a la frontera entre EE. UU. y México, entre otras acciones.

La presencia de personas que viven ilegalmente en el país ha sido declarada una “invasión”, y una orden ejecutiva parece otorgar a Trump autoridad unilateral para suspender la entrada de inmigrantes hasta que determine que la “invasión” ha “cesado”.

Otra orden de gran alcance desmantela el reconocimiento de las personas transexuales, intersexuales y de género no conforme en todo el gobierno de EE. UU.

A la pregunta de un periodista sobre qué le había parecido la ceremonia religiosa, Trump respondió: “¿A ustedes les gustó? ¿Les pareció emocionante? No demasiado, ¿verdad?”.

“No me pareció un buen servicio, no”, dijo, y agregó: “Pueden hacerlo mucho mejor”.

Traducción de Sara Pignatiello

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