A pesar de ser el candidato a vicepresidente de Trump, J. D. Vance no siempre ha sido su partidario
El senador de Ohio y autor de ‘Hillbilly Elegy’ no siempre ha hablado tan bien de su compañero de campaña
Donald Trump anunció finalmente que J. D. Vance será su compañero de campaña para enfrentarse a Joe Biden y Kamala Harris en las elecciones presidenciales de este año, tras meses de especulaciones.
El expresidente, que escapó por poco a un intento de asesinato el sábado cuando un hombre disparó en su mitin en Pensilvania, dio a conocer su elección para la vicepresidencia el lunes, en el arranque de la Convención Nacional Republicana en Milwaukee (Wisconsin).
Durante meses, Trump ha estado celebrando audiciones abiertas para la oportunidad de suceder a Mike Pence como su adjunto. Se cree que algunos de los aspirantes han sido el senador de Ohio Vance, el senador de Florida Marco Rubio, el gobernador de Dakota del Norte Doug Burgum, el senador de Carolina del Sur Tim Scott, la gobernadora de Dakota del Sur Kristi Noem y la congresista de Nueva York Elise Stefanik.
Durante el proceso, los candidatos se han disputado el afecto de Trump hablando en sus mítines, defendiéndolo en los noticieros y en las redes sociales, e incluso acudiendo a su juicio por soborno en Nueva York en señal de apoyo.
A pesar de haber superado a sus rivales, Vance no siempre ha sido tan leal a Trump.
Recopilamos todas las veces que ha hablado en contra de su compañero de campaña:
J. D. Vance
Ya en agosto de 2016, durante la primera postulación de Trump para la Casa Blanca, el senador de Ohio opinó en ABC News que no creía que Trump estuviera “ofreciendo muchas soluciones” a los problemas de la clase trabajadora rural estadounidense.
En otra entrevista con Charlie Rose ese verano, Vance —que saltó a la fama como autor de la biografía de superventas Hillbilly Elegy— dijo que él “nunca” ha sido “partidario de Trump”.
Luego, profundizó su argumento y comentó al locutor de radio de Kentucky Matt Jones que consideraba al empresario “un fraude”.
“No creo que realmente se preocupe por la gente. Creo que simplemente reconoce que había una brecha en el discurso”, expresó.
En otra entrevista ese mismo agosto, Vance declaró que incluso podía estar preparado para votar por Hillary Clinton en las elecciones de 2016 con el fin de impedir que ganara Trump.
“Sabes, creo que existe la posibilidad, si siento que Trump tiene muchas posibilidades de ganar, de que tenga que taparme la nariz y votar por Hillary Clinton”, admitió Vance.
Tras su posterior incursión en la política republicana, la CNN informó sobre una serie de tuits de Vance ahora borrados. En uno, del verano de 2017, se refería a Trump como “un desastre moral” sin “ningún interés de política interna aparte de los recortes de impuestos”.
En otro, expresó: “Estoy indeciso entre pensar que Trump podría ser un cínico imbécil como Nixon, que no sería tan malo (e incluso podría resultar útil), o que podría ser el Hitler de Estados Unidos”.
Más tarde se disculpó por los tuits y ha tratado de explicar su conversión al trumpismo.
“Me equivoqué con Donald Trump”, aceptó a Bret Baier, de Fox News, este junio. “No creí que fuera a ser un buen presidente, Bret. Fue un gran presidente, y es una de las razones por las que estoy trabajando tan duro para asegurarme de que consiga un segundo mandato”.
“Cuando uno se equivoca en algo, debe cambiar de opinión y ser sincero con la gente al respecto”.
¿Y qué han dicho los otros candidatos sobre Trump?
Marco Rubio
El cambio de postura tardío del senador de Florida para apoyar a Trump es especialmente sorprendente, dada la crueldad de sus enfrentamientos en las primarias de 2016, cuando ambos eran acérrimos rivales por la nominación presidencial republicana.
Durante sus campañas, Trump llamaba regularmente a Rubio “pequeño Marco” y lo acusaba de sudar profusamente.
Rubio, por su parte, se burló de Trump por su uso de bronceador en spray.
En un acto de campaña en febrero de 2016, Rubio tachó a Trump de “estafador” y expresó: “Se postula con la idea de que lucha por los más débiles. Pero se ha pasado toda su carrera fastidiando a los más débiles”.
“Si tienen amigos que están pensando en votar por Donald Trump, amigos, no dejen que los amigos voten por estafadores”.
En otro mitin ese mismo mes, Rubio afirmó: “Siempre me llama ‘pequeño Marco’. Es más alto que yo, mide como 1,87, por eso no entiendo por qué sus manos son del tamaño de alguien que mide 1,57. Y ya sabes lo que dicen de los hombres con manos pequeñas…”.
Cuando Rubio abandonó la contienda en marzo, declaró a CNN: “Durante los próximos años, hay mucha gente en la derecha, en los medios de comunicación y los votantes en general, que van a tener que explicar y justificar cómo cayeron en esta trampa de apoyar a Donald Trump”.
Posteriormente, el floridano desestimó las ofensas a Trump con el argumento de: “Fue una campaña”.
Doug Burgum
El gobernador de Dakota del Norte no ha sido tan crítico con Trump como algunos de los otros favoritos de sus compañeros de campaña, pero sí dijo en una ocasión que nunca haría negocios con él.
Burgum respondió a la pregunta que le hizo NBC News directamente en julio de 2023: “No lo creo. Creo que es importante que te juzguen por las personas con las que te juntas”.
Burgum se retractó de sus críticas: “Ojalá todos los estadounidenses pudieran verlo como Kathryn [su esposa] y yo hemos llegado a conocerlo en los últimos seis meses, porque este tipo es incansable, comprometido, inteligente y divertido. No es para nada como lo pintan en la prensa”.
“Y por eso, si me hicieran esa misma pregunta hoy, diría: por supuesto que haría negocios con él”.
Tim Scott
Desde que suspendió su propia campaña por la nominación republicana, el senador de Carolina del Sur ha surgido como uno de los alentadores más implacables de Trump.
Sin embargo, no siempre se mostró tan complaciente. En una ocasión admitió a CNN que Trump puede ser “racialmente insensible”.
En agosto de 2017 (un mes después de la violencia mortal en la manifestación “Unite the Right” en Charlottesville, Virginia), Scott criticó la actitud de Trump hacia la extrema derecha, en una declaración a NPR: “Lo que queremos ver de nuestro presidente es claridad y autoridad moral. Y esa autoridad moral está en riesgo… De eso no hay duda”.
En julio siguiente, declaró a la CNN que había tenido conversaciones difíciles con el entonces presidente sobre cuestiones raciales.
“Sí, son difíciles”, planteó el senador sobre esas discusiones. “Duelen. Son incómodas, el hecho de sentarse en el Despacho Oval y mantener una conversación con el presidente sobre cosas en las que estás muy en desacuerdo”.
A continuación, afirmó: “No cambió su perspectiva. Desde luego, no puedo cambiar mi perspectiva. La mía está formada por mi experiencia”.
Más tarde, como rival de Trump para la nominación de 2024, criticó al favorito por no apoyar una prohibición federal del aborto, manifestando a Meet the Press de la NBC: “El presidente Trump dijo que negociaría con los demócratas y se alejaría de lo que creo que es donde tenemos que estar, que es un límite de 15 semanas a nivel federal”.
Traducción de Michelle Padilla