Incluso con 11 triunfos, hay más descontento que optimismo en Eagles
Nick Sirianni dirigió gritos y aspavientos al linebacker Haason Reddick. Y el entrenador de los Eagles lanzó también algunas palabras fuertes a DeVonta Smith, quien había atrapado un pase para un avance de 36 yardas hasta la zona de anotación.
Desde luego, los ánimos se suelen calentar en la línea de banda durante los partidos de la NFL. Pero estas discusiones llegaron en los últimos momentos de un encuentro que los Eagles ganaron 33-25. Fugazmente, el triunfo permitió que Filadelfia compartiera la mejor foja de la NFL.
Al final, los Eagles se ubicaron segundos de la Conferencia Nacional.
Entonces, ¿por qué el descontento?
Porque los Eagles estuvieron cerca de dilapidar la ventaja de 17 puntos que tenían al intermedio ante unos Giants decaídos que enviaron a su quarterback a la banca para los últimos dos cuartos.
Filadelfia mostró de nuevo indisciplina e irregularidad. Y evidenció que está lejos de ser un equipo de elite... al menos por ahora.
No obstante, el hecho sigue siendo que los Eagles acumulan 11 victorias y lucen bastante saludables. Son claros favoritos en sus últimos dos duelos —ante Arizona el domingo y frente a los Giants nuevamente en el compromiso final de la campaña regular. Deberían ganar la División Este de la Nacional y finalizar como segundos preclasificados.
La paliza sorpresiva que sufrieron los 49ers ante Baltimore mantuvo incluso viva la posibilidad de que los Eagles sean primeros preclasificados y tengan la ventaja de local en todos los playoffs. Sin embargo, los Lions podrían desbancar a Filadelfia del segundo sitio si ganan sus últimos dos partidos.
Pero persiste el hecho de que los Eagles mostraron bastantes deficiencias durante una racha de tres derrotas ante dos equipos que marchan en los primeros lugares —San Francisco y Dallas—; jugaron de forma defectuosa contra Seattle, un equipo que no ha andado tan bien, y sufrieron al final contra unos Giants que han conseguido sólo cinco triunfos en la temporada.
Nada de eso sugiere que esté en el horizonte otro Super Bowl para Filadelfia.
Sí, hubo música navideña en los vestuarios, pero estos Eagles se mostraron tan desalentados que parecía que habían perdido. Reddick y A.J. Brown ni siquiera hablaron con la prensa. Quienes sí lo hicieron tenían poco que decir sobre el estado general del conjunto.
“Tenemos dos semanas para enderezar esto”, comentó Smith. “Vamos a repararlo en dos semanas. Once triunfos. No hemos jugado tan bien. Como ataque no estamos donde deberíamos. Tenemos 11 triunfos y aun así no estoy contento”.
QUÉ FUNCIONA
Los Eagles compartieron la carga de trabajo en el backfield y obtuvieron la recompensa con buenas actuaciones de D'Andre Swift y Kenneth Gainwell. Swift corrió para 92 yardas y un touchdown, mientras que Gainwell aportó 41 yardas por tierra. Incluso realizó tres atrapadas que suministraron 38 yardas.
QUÉ FALTA
Seguridad con el balón. El quarterback Jalen Hurts vio interceptado otro envío que fue devuelto hasta las diagonales. Boston Scott y Olamide Zaccheaus se estrellaron entre ellos en la patada de salida para la segunda mitad y perdieron el ovoide. Los Giants tuvieron una gran posición en el terreno y anotaron con facilidad.