“Estamos hartos”: dueños de la casa de ‘Breaking Bad’ deciden vender tras 52 años por acoso de los fans
La familia propietaria de la vivienda ubicada de Nuevo México, EE. UU., debe lidiar con cientos de fans al día
La familia propietaria de la casa de Walter White en Breaking Bad se ha visto auyentada por los cientos de visitas de fans que recibe la propiedad cada día.
En el galardonado drama, que se emitió de 2008 a 2013, la casa suburbana, situada en Nuevo México, EE. UU., era el hogar del personaje principal (interpretado por Bryan Cranston) y su familia.
Los exteriores y el jardín trasero de la casa de Albuquerque —aunque no los interiores— se utilizaron para retratar el hogar de White.
Desde el enorme éxito del programa, los fans se han convertido en “los que tocan la puerta”, con una media de 300 automóviles que pasan por la casa cada día.
La propietaria de la vivienda, Joanne Quintana, explicó que estas personas, deseosas de ver las locaciones reales del programa, han afectado la calidad de vida de su familia. Esta situación la obligó a decidir poner la casa en venta.
Ahora se vende oficialmente por 4 millones de dólares, casi 10 veces el precio promedio de venta en el vecindario ($518.000). La casa tiene cuatro dormitorios, dos baños y un jardín con piscina.
Los padres de Quintana compraron inicialmente la vivienda en 1973, pero tras su reciente fallecimiento, Quintana y sus hermanos decidieron que había llegado el momento de cederla, en lugar de luchar contra las visitas de los aficionados.
“Esta fue nuestra casa familiar desde 1973, casi 52 años”, declaró a la cadena de televisión local KOB4, y añadió: “Nos iremos solo con nuestros recuerdos. Es hora de seguir adelante. Estamos hartos y no hay razón para seguir resistiéndonos”.
Ya en 2015, la difunta madre de Quintana, Fran Padilla, contó que muchos fans se habían acercado para recrear una escena de Breaking Bad en la que White lanza una pizza al techo.
“Hemos tenido pizzas en el techo; pizzas en la entrada de casa; pizzas hasta hartarnos de ver pizzas”, explicó en ese momento Padilla a la emisora NPR.
Por su parte, el creador de Breaking Bad, Vince Gilligan, ya había pedido a los fans que dejaran en paz a la familia: “No hay nada de original, divertido ni genial en tirar una pizza al techo de esta señora”, expresó.
La familia también se vio obligada a instalar más medidas de seguridad en la casa después de que alguien dejara un paquete dirigido a Walter White en su puerta de madrugada.
“Mis hermanos decidieron que estaban hartos, y que ya era hora de aumentar la seguridad”, dijo Quintana a KOB4, y añadió: “La situación estaba empezando a ponernos nerviosos”.
Se espera que la casa sea adquirida por un aficionado que desee conservarla como un objeto de colección, o alguien que busque convertirla en una oportunidad de negocio.
“Espero que la conviertan en algo que de gusto a los fans. Quieren convertirla en un media pensión. Quieren un museo. Quieren tener acceso a ella. ¡Complázcanlos!”, dijo Quintana.
David Christensen, de eXp Realty Luxury, declaró al New York Times: “Tenemos claro que la probabilidad de que una encantadora familia de cuatro miembros compre la vivienda es muy baja”.
“Probablemente sea alguien que vea el valor de la propiedad en términos de crear algo que le guste a los aficionados, y que pueda aportar algún valor adicional al vecindario”.
Traducción de Sara Pignatiello