Saturno: la 'estrella de la muerte' alberga un profundo secreto
Según los investigadores, Mimas es uno de los últimos lugares en los que se encontraría agua líquida, pero la encontraron
La luna Mimas de Saturno, conocida como “la estrella de la muerte”, esconde un nuevo secreto.
Los científicos afirman que un océano “bastante nuevo” parece esconderse bajo la superficie helada y llena de cráteres del satélite cuyo nombre es igual al de la temida nave espacial de La guerra de las galaxias.
El descubrimiento sugiere que Mimas podría ser un “candidato idóneo” para realizar estudios sobre los orígenes de la vida, según los expertos. Se cree que la vida en la Tierra comenzó en mares primigenios similares hace miles de millones de años.
Asimismo, los astrónomos creen que la formación de agua líquida en Mimas, la luna más pequeña y más recóndita, sucedió hace unos cinco o 15 millones de años, por lo que se originó mucho después de los océanos terrestres, que se cree que tienen más de 4.000 millones de años.
Suelen comparar a la luna de Saturno con la estrella de la muerte de La guerra de las galaxias debido a su gran cráter Herschel, que se parece a la forma ahuecada del arma láser ficticia de la estación espacial.
Este pequeño satélite de unos 400 kilómetros de diámetro y sin signos de actividad alguna, habría sido el último lugar en el que hubieran pensado encontrar un gran océano subterráneo.
Sin embargo, la comunidad científica expresó que, contra todo pronóstico, Mimas parece albergar un océano ubicado a unos 20 o 30 km debajo de su superficie.
De esta manera, formaría parte de un conjunto de satélites en los que puede haber el mismo tipo de océanos, como por ejemplo, Europa y Ganímedes de Júpiter y Titan y Encélado de Saturno.
En la misma línea, el Dr. Nick Cooper, investigador honorario de la Universidad Queen Mary de Londres declaró lo siguiente: “Mimas es una luna pequeña, de solo unos 400 kilómetros de diámetro, y la proliferación de cráteres en su superficie no dejaba entrever el océano oculto que había debajo.
“Este hallazgo le da la entrada al exclusivo club de lunas con océanos internos, entre las que se encuentran Encélado y Europa, pero con una diferencia única: su océano es bastante nuevo. Se calcula que solo tiene entre cinco y 15 millones de años”.
A continuación, afirmó: “La existencia de un océano de agua líquida de reciente formación convierte al satélite en un candidato idóneo de estudio para los científicos que investigan el origen de la vida”.
Para el estudio, publicado en la revista Nature, un equipo dirigido por el Dr. Valery Lainey, del Observatorio de París en Francia, analizó datos de la nave espacial Cassini de la NASA.
Antes de chocar contra Saturno en 2017, la astronave estudió al planeta y a sus lunas por más de una década.
A través de la evaluación detallada de los sutiles cambios en la órbita de Mimas, los investigadores dijeron que fueron capaces de inferir la presencia de un océano oculto y estimar su tamaño y profundidad.
De la misma manera, indicaron que estos descubrimientos también les permitieron descartar la posibilidad de un núcleo rocoso en el interior de Mimas y explicaron que la existencia de océanos internos globales “es el único escenario compatible con dichas observaciones”.
Más aún, el equipo asegura que el estudio sugiere que incluso las lunas pequeñas e inactivas en apariencia pueden albergar océanos ocultos capaces de sustentar condiciones esenciales para la formación de vida.
A continuación, Matija Cuk, del Instituto SETI de California, y Alyssa Rose Rhoden, del Instituto de Investigación del Suroeste de Boulder (EE. UU.), escribieron en la sección noticias y opiniones de Nature: “La idea de que lunas un tanto pequeñas y heladas puedan albergar nuevos océanos es inspiradora, al igual que la posibilidad de que se hayan producido procesos de transformación incluso en los últimos años”.
Y procedió: “Los hallazgos de Lainey y sus colegas impulsarán un estudio minucioso de las lunas heladas de tamaño mediano que hay en todo el sistema solar”.
Artículo elaborado con informes adicionales de agencias
Traducción de María Luz Ávila