Campaña electoral finaliza en Ecuador, en medio de infinidad de promesas de ambos candidatos
La campaña electoral en Ecuador culminó el jueves en medio de un sinfín de promesas de los candidatos y la crítica de analistas que consideran que la promoción electoral se convirtió en un ataque entre rivales, sacrificando el debate de propuestas reales para los problemas que afronta el país.
El domingo 13 de abril, más de 13,7 millones de ecuatorianos decidirán en las urnas si reeligen por cuatro años al actual presidente y candidato, Daniel Noboa, o le entregan el poder a la opositora, Luisa González.
“Está en juego continuar con el abandono, con la mentira, con la inseguridad o cambiar por la dignidad de un pueblo, por el derecho a vivir seguros, al empleo, la salud, las medicinas, la educación...”, proclamó la abogada de 47 años, ante una multitud congregada en un popular malecón de la ciudad costera de Guayaquil.
González llamó a la unidad y “a vencer el odio con el amor”, mientras sus seguidores vitoreban “Luisa, presidenta” y ondeaban banderas celestes con su rostro impreso.
El panorama político ecuatoriano está marcado por una profunda polarización entre los simpatizantes de la izquierda a la que representa la candidata del movimiento Revolución Ciudadana (RC) —cuyo líder es el expresidente Rafael Correa (2007-2017)— y quienes rechazan radicalmente esa corriente.
En el centro norte de Guayaquil, una marea violeta, el color del movimiento Acción Democrática Nacional al que representa Noboa, inundaba el Coliseo Voltaire Paladines Polo, donde uno a uno los asambleístas electos, incluida la madre del presidente, Anabella Azín, le precedieron en el uso de la palabra.
El mandatario candidato aseveró que “este domingo se va a dar una lección a esa revolución fallida… porque la gente quiere un cambio real, quiere becas para nuestros jóvenes, quiere oportunidades de trabajo para todos, quiere progreso”.
“El domingo va a ser un recordatorio de que este país pudo salir de sus problemas… porque Ecuador ya tiene presidente”, concluyó en su discurso.
Para la catedrática de la Universidad de las Américas, Cristina Bayas, ésta “ha sido una campaña muy sucia, enfocada no en propuestas para transformar el país, sino en ataques personales”.
En diálogo con The Associated Press, cuestionó, por ejemplo, el tinte “populista” que imprimió Noboa “haciendo uso de toda su estructura de funcionarios públicos, repartiendo cosas y usando recursos estatales”, mientras González tuvo una “presencia desmesurada en redes”, sin que el Consejo Nacional Electoral “haga algo por detenerlos” o fiscalice el origen de esos fondos, agregó.
A partir de la medianoche del viernes regirá el silencio electoral en el que está prohibido realizar proselitismo.