Nuevo estudio sobre la salud intestinal revela el secreto para tener una vida más larga

Maria Branyas Morera, fallecida el año pasado a los 117 años, tenía un sistema digestivo extremadamente saludable

Vishwam Sankaran
Lunes, 24 de marzo de 2025 15:38 EDT
Relacionado: una nueva investigación revela el secreto para tener una vida más larga

Un grupo de científicos han descubierto la “clave” para tener una larga vida gracias al análisis del genoma, la salud intestinal y el estilo de vida de la persona más anciana del mundo, que murió el año pasado a los 117 años.

Maria Branyas Morera, mujer caucásica estadounidense-catalana, nació en marzo de 1907 en San Francisco, EE. UU., y murió en agosto de 2024.

Aunque la existencia de personas centenarias es cada vez más frecuente gracias a los avances en salud, los supercentenarios de más de 110 años siguen siendo casos extremadamente raros.

Morera superó por más de 30 años la esperanza de vida promedio de Cataluña (España). La mujer atribuyó su longevidad a “la suerte y la buena genética” y a “evitar relacionarse con gente tóxica”.

Maria Branyas Morera falleció mientras dormía
Maria Branyas Morera falleció mientras dormía (X/MariaBranyas112)

Mediante un estudio, que aún no ha sido revisado, analizaron sus genes, su microbiota y su estilo de vida. En consecuencia, descubrieron que las células de su cuerpo funcionaban como si tuvieran 17 años menos que su edad real, y su salud intestinal era parecida a la de un niño.

Como parte de la investigación, los expertos desarrollaron una completa plataforma de análisis para evaluar en distintos tejidos de Morera la actividad de su genoma y proteínas, así como de los microbios que viven en ellos.

Compararon los resultados con datos de poblaciones no supercentenarias y hallaron que, probablemente, el genoma de los supercentenarios estaba compuesto por variaciones relacionadas con un sistema inmunitario más fuerte, un menor riesgo de cáncer y protección frente a enfermedades cardiacas.

En concreto, investigaron un tipo de modificación del genoma que se produce normalmente en el organismo, denominada metilación del ADN, que se ha relacionado en estudios anteriores con el envejecimiento.

“La metilación del ADN es probablemente la marca epigenética más estudiada en biología celular y que se altera a medida que envejecemos”, señalan en el estudio.

Por lo tanto, Morera era “un caso atípico”, ya que mostraba una “edad biológica mucho más joven que su edad cronológica real” en tres tejidos diferentes.

Análisis de la longevidad de las personas que viven en zonas azules

Además, la mujer parecía tener un metabolismo lipídico eficiente, con niveles bajos de colesterol VLDL y triglicéridos, que son factores de riesgo de enfermedades cardiacas.

“En general, estos resultados sugieren que una de las razones por las que nuestra supercentenaria alcanzó tal edad récord mundial fue que sus células ‘se sentían’ o ‘se comportaban’ como células más jóvenes, de una edad biológica de personas centenarias”, señalan en el estudio.

Asimismo, la mujer tenía un intestino sano, descrito por los investigadores como una microbiota “antiinflamatoria”.

El intestino de Morera era rico en Bifidobacterium, un tipo de bacteria conocida por sus propiedades antiinflamatorias. Al respecto, explicaron: “Los microorganismos son fundamentales para determinar no solo la composición de metabolitos de nuestro cuerpo, sino también la inflamación, la permeabilidad intestinal, la cognición y la salud ósea y muscular”.

Sin embargo, aún no está clara la relación exacta entre el ecosistema de microbios que vive en el cuerpo y la longevidad.

Morera había contado que evitaba el alcohol y el tabaco, salía a caminar diariamente y tenía una dieta rica en frutas y verduras, además de comer tres yogures por día.

Cada vez son más los estudios que demuestran la relación entre una dieta mediterránea rica en fibra y probióticos con un intestino sano.

“El panorama que se desprende de nuestro estudio evidencia que la edad extremadamente avanzada y la mala salud no son aspectos intrínsecamente relacionados”, concluyen los investigadores en el artículo.

Traducción de María Luz Avila

Thank you for registering

Please refresh the page or navigate to another page on the site to be automatically logged inPlease refresh your browser to be logged in