Netanyahu es sacudido por nuevo escándalo que vincula a asesores cercanos con Qatar
La oficina del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se encuentra una vez más envuelta en un escándalo, luego de que la policía arrestara esta semana a dos de sus colaboradores cercanos bajo sospecha de aceptar dinero de Qatar para promover una imagen positiva en Israel de la nación árabe del Golfo Pérsico.
El asunto ha captado la atención de los israelíes porque Qatar, un país que muchos consideran patrocinador de Hamás y que no tiene lazos diplomáticos formales con Israel, parece haber penetrado los círculos más altos del poder.
Qatar, que es un mediador clave para Hamás en sus negociaciones de alto el fuego con Israel, niega apoyar al grupo islamista palestino. Netanyahu ha dado una declaración a la policía sobre el asunto, pero no es sospechoso en el caso, que él dice es infundado y pretende hundir a su gobierno.
La investigación es sólo el escándalo más reciente en sacudir a Netanyahu, quien es objeto de un prolongado juicio por corrupción y suele arremeter contra un "Estado profundo" que, según él, está en su contra.
Los críticos dicen que Netanyahu, el primer ministro que más tiempo ha estado en ese puesto en el país, ha trabajado en los últimos años para socavar las instituciones estatales de Israel, incluida su judicatura. Más recientemente, denuncian su intento de destituir a Ronen Bar, el jefe del Shin Bet —la agencia de seguridad interna— de Israel, que también está investigando los presuntos vínculos de su oficina con Qatar.
Asesores de Netanyahu supuestamente promovieron intereses qataríes
Apodada "Qatargate" por medios israelíes, la investigación se centra en acusaciones de que dos asesores cercanos a Netanyahu —el consultor de medios Jonatan Urich, con amplia experiencia en esa actividad, y el exportavoz Eli Feldstein— fueron contratados para llevar a cabo una campaña de relaciones públicas, cuyo fin era mejorar la imagen de Qatar entre los israelíes mientras negociaba en nombre de Hamás un alto el fuego en Gaza. Supuestamente, los pagos se canalizaron a través de un cabildero estadounidense.
Según un documento judicial, el cabildero estadounidense y Urich establecieron una "relación comercial" para promover positivamente a Qatar y difundir mensajes negativos sobre Egipto, otro destacado mediador en las negociaciones de alto el fuego entre Israel y Hamás.
Presuntamente a Feldstein se le pagó para transmitir esos mensajes a periodistas. Él y Urich podrían enfrentar cargos de contacto con un agente extranjero, lavado de dinero, soborno, fraude y abuso de confianza, según medios israelíes. Aparte del beneficio financiero, cualquier otro posible motivo no está claro.
Un periodista israelí interrogado en el caso es Zvika Klein, editor en jefe del Jerusalem Post, un diario en inglés. Según un reporte de esta semana en el Post, Klein visitó Qatar por invitación de su gobierno el año pasado y posteriormente escribió una serie de artículos sobre sus impresiones, uno de los cuales exponía los argumentos de Qatar contra las afirmaciones israelíes de que apoya al grupo islamista palestino. El periódico indicó que Klein, quien no pudo ser contactado para que hiciera comentarios, actualmente tiene prohibido hablar con periodistas.
Los abogados de Urich y Feldstein no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Netanyahu ha dicho que la investigación es una cacería de brujas política y acusó a la policía de mantener a sus asesores como "rehenes", una expresión que hizo enfurecer a muchos en Israel, pues Hamás todavía mantiene a decenas de personas cautivas dentro de Gaza después de su ataque del 7 de octubre de 2023 que desató la guerra.
Un juez extendió el martes las detenciones de Urich y Feldstein, quien ha sido acusado en un caso separado que involucra la filtración de información secreta a un periódico sensacionalista alemán.
Si las nuevas acusaciones se confirman, "es un abuso del cargo", señaló Tomer Naor, del Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel. Lo que es especialmente preocupante, indicó, es cuán fácilmente actores externos parecen haber ganado acceso al círculo íntimo del primer ministro, y que los asesores supuestamente promovieron puntos de vista qataríes a periodistas mientras daban la impresión de que el mensaje provenía de la oficina del premier.
Qatar es un mediador clave en Gaza vinculado con Hamás
La guerra de casi 18 meses en Gaza continúa después de que el mes pasado se viniera abajo un alto el fuego de 42 días para el que Qatar desempeñó un papel clave en ayudar a concretarlo. Entre los israelíes, el emirato rico en gas es más conocido por enviar dinero a Gaza a partir de 2018, una iniciativa cuyo objetivo era ayudar a familias pobres. Pero analistas y exfuncionarios dicen que parte del dinero enviado con la bendición de Netanyahu llegó al ala militar de Hamás y le ayudó a prepararse para los ataques del 7 de octubre de 2023.
Los israelíes también sospechan de las intenciones de Qatar porque es la sede de operaciones de los líderes políticos de Hamás, e Israel considera que la emisora Al Jazeera del Estado árabe es un portavoz de Hamás, acusaciones que la cadena niega. Qatar dice que proporcionó ayuda humanitaria a Gaza en total coordinación con el gobierno israelí.
Cuando fue contactado por la AP, un funcionario del gobierno qatarí no respondió directamente con respecto a los supuestos vínculos con asesores de Netanyahu. Indicó que los intentos de mediación en Gaza continuarían. Habló a condición de guardar el anonimato, de acuerdo con las regulaciones.
Alguna vez Qatar fue blanco de un bloqueo regional por sus supuestos vínculos con grupos extremistas islamistas e Irán. Para contrarrestar lo anterior, desde hace tiempo ha procurado ser considerado un actor regional influyente y un mediador de conflictos confiable.
Pero a lo largo de la guerra en Gaza, muchos en Israel, incluido Netanyahu, han expresado enojo con Qatar, acusándolo de que no estaba haciendo lo suficiente para presionar a Hamás con el fin de que cumpliera con las condiciones de Israel para un alto el fuego.
El objetivo de Qatar en la supuesta campaña de relaciones públicas en Israel podría haber sido sofocar esas acusaciones y asegurarse de que no influyeran en Estados Unidos, con quien tiene estrechos lazos de seguridad, observó Yoel Guzansky, investigador sénior del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, un grupo de expertos en Tel Aviv.
Indicó que cualquier intento por difamar a Egipto, un mediador de larga data entre Israel y los palestinos, podría haber sido una forma de mejorar la posición regional de Qatar.
Qatar "despierta muchas emociones" en Israel porque se considera que desempeñó un papel clave en el fortalecimiento de Hamás antes de su ataque del 7 de octubre, indicó Guzansky. Previamente a la guerra, Netanyahu había aprobado la transferencia de fondos de Qatar a Gaza como parte de una estrategia para contener a Hamás, explicó.
"Qatar es despreciable. Pero primero debemos examinarnos a nosotros mismos", manifestó. "No sólo permitimos, sino que alentamos a Qatar a invertir en Gaza".
El asunto es el escándalo más reciente en agobiar a Netanyahu
No está claro qué, si es que algo, sabía Netanyahu sobre las supuestas irregularidades de sus asesores.
Asistentes anteriores que se metieron en problemas con la ley se han convertido en testigos del Estado contra Netanyahu en su juicio por corrupción. La presentación de testimonios por parte del primer ministro en ese juicio fue suspendida después del arresto de Urich y Feldstein esta semana. El premier fue convocado para declarar ante la policía sobre el caso.
Netanyahu está bajo una inmensa presión pública para aceptar la responsabilidad por su papel en no prevenir el ataque del 7 de octubre, incluido el permitir la transferencia de dinero qatarí a Gaza.
En las últimas semanas estallaron protestas masivas por la decisión de Netanyahu de poner fin al alto el fuego en Gaza, que había facilitado la liberación de decenas de rehenes, y por sus movimientos para despedir a Bar y a su fiscal general.
El intento de despedir a Bar ocurrió mientras el Shin Bet realizaba su propia investigación sobre los vínculos con Qatar. Eso provocó acusaciones de que Netanyahu estaba tratando de sofocar la investigación.
Netanyahu ha planteado —con poca evidencia— que la investigación fue el resultado de una colusión entre Bar y el fiscal general como una forma de frustrar el despido del jefe de seguridad interna. Un tribunal congeló el despido de Bar, a la espera de más audiencias. Eso no ha impedido que Netanyahu intente nombrar a su reemplazo.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.