Italia envía a ocho migrantes más a Albania pese a no haber procesado al primer grupo
Un barco de la marina italiana atracó el viernes en el puerto albanés de Shengjin con ocho migrantes a bordo, que serán procesados allí después de haber sido interceptados en aguas internacionales, un mes después de que otro grupo fuera rechazado por no pasar el proceso de evaluación.
Es el segundo traslado de migrantes desde que los dos centros de procesamiento de migrantes habilitados por Italia comenzaron a operar en octubre.
El mismo barco había llevado antes a Albania a los primeros 16 migrantes, procedentes de Bangladesh y Egipto. Cuatro regresaron a Italia el mismo día porque ser menores de edad o tener problemas de salud. Los otros 12 fueron devueltos tres días después, luego de que jueces en Roma rechazaron su detención alegando que sus países de origen no eran lo suficientemente seguros para deportarlos allí.
El buque Libra, que tiene capacidad para 200 personas, además de la tripulación, partió el miércoles desde la isla más meridional de Italia, Lampedusa, con ocho hombres a bordo, reportó la prensa italiana. El vocero del Ministerio del Interior, Francesco Kamel, había confirmado que la embarcación se dirigía a Albania, pero rechazó dar más información hasta que la operación hubiese finalizado. No dijo cuándo llegaría, ni cuántas personas viajaban.
Los medios italianos dijeron que, de los 1.200 migrantes llegados a Lampedusa en los últimos dos días, solo ocho hombres adultos que viajaban sin familia cumplían los criterios de selección de Albania, incluyendo proceder de países considerados “seguros” para la repatriación.
El número de personas que llegan a Italia a través de la ruta migratoria del Mediterráneo central — principalmente de Bangladesh, Siria, Túnez y Egipto — ha disminuido en un 60% en 2024 en comparación con 2023. En lo que va de año, hasta el 7 de noviembre, 57.767 migrantes llegaron por mar al país, según el Ministerio del Interior italiano.
Una sentencia judicial en Roma acortó la lista de países considerados “seguros” por ley, lo que supone que las autoridades pueden repatriar a ciudadanos de esas naciones que no hayan obtenido el asilo a través de un procedimiento rápido. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, criticó la sentencia y dijo que considerar que países como Bangladesh y Egipto son inseguros significa que prácticamente todos los migrantes quedarían fuera del programa de Albania, haciéndolo inviable.
El 21 de octubre, el gobierno de ultraderecha italiano aprobó un nuevo decreto con el que busca superar esos obstáculos judiciales que amenazan con descarrilar el polémico acuerdo migratorio de cinco años con Albania, firmado en 2023 por Meloni y su homólogo albanés, Edi Rama.
Según el acuerdo, hasta 3.000 migrantes interceptados por la guardia costera italiana en aguas internacionales serán acogidos cada mes en Albania. Allí se estudiará si pueden obtener el asilo en Italia o son deportados.
Italia ha acordado acoger a aquellos que tengan derecho asilo. Los demás serán enviados de regreso a sus países directamente desde Albania.
El acuerdo para externalizar el alojamiento de solicitantes de asilo en un país que no forma parte de la Unión Europea — defendido por Meloni como un nuevo modelo para gestionar la inmigración ilegal — ha sido elogiado por algunos países que, como Italia, experimentan un alto número de llegadas.
Durante su visita a Albania en octubre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se negó a dar su opinión sobre el pacto y apuntó que estaba siendo seguido de cerca.
Grupos de derechos humanos y ONGs que trabajan en el Mediterráneo han criticado el acuerdo como un precedente peligroso que entra en conflicto con las leyes internacionales.
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Semini informó desde Tirana. La periodista de The Associated Press Colleen Barry en Milán, contribuyó a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.