Reino Unido no descarta nacionalizar la última planta local de acero virgen
El gobierno británico se ha negado a descartar la nacionalización de la última planta en Reino Unido que fabrica acero a partir de materias primas, ya que la guerra comercial global aumenta la presión para preservar la capacidad del país de suministrar a la industria nacional el acero que necesita.
Según políticos y sindicatos locales, la planta de acero de Scunthorpe, operada por British Steel, podría quedarse pronto sin los gránulos de hierro que se utilizan para producir acero en dos altos hornos, a menos que el gobierno intervenga. Esto se debe a que el propietario de la planta, el Grupo Jingye de China, canceló pedidos de estas materias primas esenciales en medio de negociaciones para obtener un mayor apoyo gubernamental.
La noticia llega dos semanas después de que British Steel dijera que considera la posibilidad de cerrar los altos hornos porque ya no son financieramente sostenibles debido a “condiciones de mercado desafiantes”, aranceles y mayores costos ambientales.
El gobierno continúa las negociaciones con la empresa después de que Jingye rechazara una oferta de 500 millones de libras (640 millones de dólares) para ayudar a modernizar la planta. El martes, cuando se le preguntó qué estaba dispuesto a hacer el gobierno para mantener la planta en operación, el primer ministro Keir Starmer dijo estar “absolutamente comprometido” con la producción de acero en Reino Unido.
“Todas las opciones están sobre la mesa en relación con Scunthorpe”, dijo ante un comité parlamentario.
British Steel y sus predecesores han fabricado acero en Scunthorpe durante más de 130 años, aprovechando el desarrollo de tecnología mejorada de fabricación de acero en Reino Unido durante la Revolución Industrial. La planta emplea actualmente a unas 2.700 personas.
Jingye compró British Steel en 2020 y dice haber invertido más de 1.200 millones de libras (1.500 millones de dólares) para mantener la planta en funcionamiento frente a la “continua inestabilidad de producción”.
A escala nacional, la producción de acero de Reino Unido ha caído un 80% desde finales de la década de 1960 debido a los altos costos de producción y al rápido crecimiento de la producción china, que redujo los precios en todo el mundo.
Reino Unido, el quinto mayor productor de acero del mundo en 1970, produjo solo 5,6 millones de toneladas de acero en 2023, o el 0,3% de la producción mundial. En comparación, China produjo 1.020 millones de toneladas, o el 54% de la producción mundial.
Los fabricantes de acero que aún quedan en Reino Unido enfrentan la presión de reducir las emisiones de carbono ante la amenaza del calentamiento global. La mayoría utiliza ahora hornos de arco eléctrico que fabrican acero a partir de material reciclado.
Eso ha dejado a Scunthorpe como la única fábrica con altos hornos capaces de convertir mineral de hierro en acero virgen.
Las autoridades sindicales afirman que British Steel necesita pedir más gránulos de hierro en los próximos días para garantizar la entrega antes de que la planta se quede sin materias primas a finales de mayo.
“Enfrentamos la amenaza real de perder estos hornos”, declaró esta semana a Sky News Thomas Smith, trabajador siderúrgico y representante del sindicato Community. “Si no cumplimos con esos plazos, llegaremos a un punto en el que tendremos que decidir si los apagamos”, agregó.
En un debate realizado el lunes en la Cámara de los Comunes, los legisladores dijeron que Reino Unido necesitaba su propia industria de fabricación de acero para mantener su independencia económica en medio de una creciente guerra comercial alimentada por los nuevos aranceles de importación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Martin Vickers, un miembro del Parlamento que representa el área adyacente a Scunthorpe, dijo que cree que Jingye no participa en “negociaciones significativas”.
“He llegado a la conclusión de que la nacionalización, de manera temporal, es, en este caso, la única manera”, dijo el lunes en la Cámara de los Comunes. “Garantizará los empleos y asegurará un futuro para la producción de acero en Scunthorpe”.
La ministra de Industria, Sarah Jones, dijo que Jingye seguía en conversaciones con el gobierno.
“Hemos sido claros en nuestra creencia de que la mejor manera de avanzar es que Scunthorpe y British Steel continúen como un negocio administrado comercialmente con inversión privada y con el gobierno actuando en apoyo”, dijo. “Pero puedo decirle al honorable caballero que no se descarta ninguna opción”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.