El rey Carlos promete un “servicio de por vida” al rendir homenaje a la reina en primer discurso a la nación
Conmovedor mensaje final a “mi querida mamá”: “Que coros de ángeles canten para tu descanso”
El rey Carlos III prometió un “servicio de por vida” al Reino Unido al dar un emotivo último adiós a “mi querida mamá” en su primer discurso a la nación como el nuevo monarca.
En una transmisión desde el Palacio de Buckingham, el rey habló de sus “sentimientos de profundo dolor” por la muerte de la reina el jueves a la edad de 96 años y prometió continuar con su tradición de monarquía constitucional.
Anunció que su hijo mayor y heredero William, junto con su esposa Kate, son los nuevos príncipe y princesa de Gales, y que su esposa Camila es ahora la reina consorte.
Y dejó en claro que quería poner fin a las divisiones dentro de la familia real tras el retiro de su hijo menor Harry y su esposa Meghan de sus deberes oficiales, con un mensaje afectuoso que ofrece “mi amor... mientras ellos siguen construyendo sus vidas en el extranjero”.
El discurso se produjo después de un conmovedor viaje desde el lugar de la muerte de Isabel II en Balmoral hasta Londres, donde él y Camila recibieron una entusiasta recepción por parte de una multitud de miles de personas fuera del palacio.
Cuando su Bentley real se detuvo, se escucharon gritos de “Dios salve al rey” de la multitud de miles, algunos de los cuales habían esperado horas en medio de fuertes lluvias para ver por primera vez al nuevo monarca.
Una mujer le dio a Carlos un beso en la mejilla y otra tomó su mano entre las de ella y la besó.
En una señal de la gran pérdida personal que acompaña a su ascensión al trono, el nuevo rey dijo a los simpatizantes: “Realmente he temido este día”.
Su discurso fue transmitido a la Catedral de San Pablo, donde la primera ministra Liz Truss se unió a 2.000 miembros del público en un evento religioso de acción de gracias por la vida de la reina.
En el evento se interpretó por primera vez de manera oficial el himno nacional del reinado de Carlos, bajo su nuevo título “Dios salve al rey”.
Con traje oscuro y corbata negra, el Rey Carlos rindió homenaje al “amor, afecto, orientación, comprensión y ejemplo” de la Reina.
Y añadoó: “La vida de la reina Isabel fue bien vivida; una promesa cumplida con el destino y tras su fallecimiento lamentamos profundamente su pérdida. Esa promesa de servicio de por vida yo la renuevo hoy ante todos ustedes”.
En unas conmovedoras palabras dirigidas directamente a “mi querida mamá, al comienzo de tu último gran viaje para unirte a mi querido y difunto papá”, concluyó: “Gracias. Gracias por tu amor y devoción a nuestra familia y a la familia de naciones a las que has servido tan diligentemente todos estos años”.
“Que coros de ángeles canten para tu descanso”.
Además de la promesa de seguir el ejemplo de servicio real de su madre hasta la muerte, Carlos también prometió defender el principio de la monarquía constitucional vigente desde la Revolución Gloriosa de 1688.
“Al igual que la reina misma lo hizo con una devoción tan inquebrantable, ahora también yo me comprometo solemnemente, durante el tiempo restante que Dios me conceda, a defender los principios constitucionales que están en el corazón de nuestra nación”, dijo.
“Y dondequiera que vivas en el Reino Unido, o en los reinos y territorios de todo el mundo, y cualquiera que sea tu origen o creencias, me esforzaré por servirte con lealtad, respeto y amor, como lo he hecho a lo largo de mi vida”.
Carlos aseguró que cuenta con “la amorosa ayuda de mi querida esposa, Camila”, ahora reina consorte, como apoyo para su nuevo rol.
Y confirmó que además de heredar su antiguo título de duque de Cornualles y sus antiguos títulos escoceses, William lo sucederá como príncipe de Gales, un honor otorgado a los herederos al trono desde 1301.
“Con Catherine a su lado, nuestros nuevos príncipe y princesa de Gales, lo sé, continuarán inspirando y liderando nuestras conversaciones nacionales, ayudando a acercar los temas marginales al centro de la conversación donde se puede brindar ayuda que resulte vital”, aseveró el rey Carlos.
Después de su regreso de Balmoral, Carlos tuvo su primera audiencia con la primera ministra, quien anteriormente había presidido una reunión especial del gabinete en honor a la reina y lideró a los parlamentarios en sus homenajes en la Cámara de los Comunes.
Liz Truss, quien visitó a la reina apenas tres días antes en Balmoral para ser invitada a formar un gobierno, la aclamó como “una de las líderes más grandes que el mundo haya conocido”.
“Ella reinventó la monarquía para la era moderna”, dijo la primera ministra.
“Ella fue una defensora de la libertad y la democracia en todo el mundo. Estaba dispuesta a divertirse, ya fuera en una misión con el 007 o tomando el té con el oso Paddington”.
Su predecesor, Boris Johnson, describió cómo se le había “hecho un nudo la garganta” debido a las lágrimas a principios de este año cuando se le pidió que hablara sobre la reina en tiempo pasado para un programa de obituarios que se estaba grabando para la BBC.
“Estaba tan abrumado por la tristeza que tuve que pedirles que me dejaran solo”, dijo Johnson, quien describió a la difunta monarca como “Isabel la Grande”, un sobrenombre que antes solo se aplicaba a Alfredo entre los soberanos británicos.
Una multitud de miles permaneció en silencio solemne en Hyde Park mientras la artillería a caballo real de la tropa del rey disparaba 96 rondas, una por cada año de vida de la reina, en un saludo con armas de fuego que duró 16 minutos.
Ningún miembro de la familia real estuvo presente en San Pablo en lo que se anuncia como una oportunidad para que los ciudadanos comunes den gracias por la vida de la reina.
Escucharon a la obispo de Londres, la Dama Sarah Mullally, aclamar a la difunta monarca como “una constante notable en la vida de millones, un símbolo de unidad, fuerza, paciencia y resiliencia… el latido infalible del corazón de esta nación en tiempos de progreso, alegría y celebración, así como en temporadas mucho más oscuras y difíciles”.
Truss, vestida de negro, dio una lectura bíblica de Romanos 14:7-12 que refleja la fe y el servicio desinteresado de la reina: “No vivimos para nosotros mismos ni morimos para nosotros mismos. Si vivimos, vivimos para el Señor y si morimos, morimos para el Señor”.
“Así que, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos”.
Hace poco más de tres meses que la catedral fue escenario de un evento religioso de acción de gracias durante las celebraciones del jubileo de platino de la reina.
Carlos será proclamado oficialmente rey el sábado por la mañana en un Consejo de Ascención en el Palacio de St. James al que asistirán el primer ministro y unos 200 miembros del Consejo Privado.
La ceremonia, que incluye una declaración y un juramento de Carlos, será televisada por primera vez en la historia.
El Rey ha declarado luto real hasta siete días después del funeral de su madre, en una fecha aún no anunciada.
Pero las banderas del Reino Unido en las residencias reales y los edificios públicos destacados se izarán a toda asta durante 26 horas durante el fin de semana en reconocimiento a su reinado, antes de volver a estar a media asta durante el resto del período de duelo.