Elon Musk ahora puede influir en la dirección de Twitter: ¿a dónde podría llevarnos eso?
Será fascinante ver cómo Elon Musk despliega su genio en las redes sociales, escribe Hamish McRae
Cuando Elon Musk tuitea, los mercados se mueven, y así ocurrió de manera masiva cuando reveló que había comprado el 9,2 por ciento de Twitter.
Cuando la persona más rica del mundo compra casi el 10 por ciento de un gigante de las redes sociales, debes hacerte a un lado y observar. Esta es, sugiero, una de esas situaciones en las que aprendes más de lo que la gente hace que de lo que dice... o tuitea. Elon Musk ha recibido críticas de parte de la SEC (Comisión de Bolsa y Valores) por sus tuits que influyen en los mercados, acción contra la que él se ha opuesto. Tenemos que esperar para ver qué pasará.
La SEC se fundó en 1933 para vigilar los mercados financieros tras la caída de las acciones de 1929 y, desde entonces, ha hecho un trabajo bastante bueno. Este acuerdo en acciones de Twitter puede conducir a una nueva disputa con la SEC, ya que parece haber presentado los detalles de la compra con unos días de retraso.
Pero centrarse en esto hace que se pierda de vista lo más importante. Como principal accionista de Twitter, Musk ahora tiene la oportunidad de influir en la dirección del mundo de las redes sociales. ¿A dónde podría llevar eso?
No tengo una visión especial de su mente, ya que solo lo vi una vez, en una cena en Londres, aunque debo informar que fue muy cortés, pues lidió con gracia y paciencia con un tipo que trató de sentarse en nuestra mesa y hacerle un discurso de ventas. Pero no te conviertes en la persona más rica del mundo si no tienes cualidades especiales, y lo fascinante será ver cómo las despliega.
Ha transformado por completo la industria mundial automotriz, partiendo de una pequeña base, y para bien. El paso de un motor de combustión interna hacia un motor eléctrico eventualmente habría ocurrido, pero habría tenido lugar al menos una década después, tal vez más.
Ahora tiene una plataforma mucho más grande desde la cual comenzar a transformar el negocio de las redes sociales, si eso es lo que desea hacer. ¿Pero en qué dirección? El problema con el debate completo sobre el futuro de las redes sociales es que están sucediendo tantas cosas que es difícil elegir lo que realmente importa entre el muro de sonido que genera la industria. Hay muchos detalles interesantes, por ejemplo, si Twitter debería tener un botón de edición . Se ha pedido a los usuarios que voten.
También hay grandes cuestiones de principio, en particular, la medida en que se debe vigilar el contenido. Musk ha dejado clara su propia postura, al tuitear que “la libertad de expresión es esencial para una democracia que funcione” y encuestó a sus seguidores sobre si Twitter se ha adherido a este principio. Un 70 por ciento opinó que no.
Esto entra en el tema del derecho a decir (o tuitear) algo dañino, incluso algo que perjudique a la democracia. Esa amenaza fue bien descrita por Barack Obama. En una entrevista para The Atlantic en 2020, comentó: “Si no tenemos la capacidad de distinguir lo que es verdadero de lo que es falso, entonces, por definición, el mercado de ideas no funciona. Y por definición nuestra democracia no funciona”.
Eso puede ser demasiado sombrío, porque la democracia siempre ha sido un sistema de gobierno estridente, caótico y desordenado. Las redes sociales son solo un elemento más que lo complica. Pero cualquiera que sea la opinión de uno sobre el debate de la libertad de expresión o el derecho a decir algo perjudicial, la mayoría de la gente reconocería que el mercado de las ideas podría funcionar mejor. Ese es el desafío al que se enfrentan las redes sociales, y ahí es donde Musk podría tener un papel más importante. Le gusta romper las reglas, claro, pero también entiende los mercados. Además, comprende el instinto humano hacia el esfuerzo, como lo comprueba su visión de llevar una misión tripulada a Marte para 2029.
Tendemos a olvidarlo, porque son tan omnipresentes, que las redes sociales son en realidad muy nuevas. Facebook se lanzó en 2004, Twitter en 2006. Los hermanos Wright realizaron su primer vuelo en 1903. Entonces, las redes sociales están donde estaba el avión en la década de 1920, cuando la sociedad todavía luchaba por aceptar la transformación que los aviones habían provocado en la guerra y que provocarían en los viajes comerciales durante los próximos años.
Estamos luchando por comprender y canalizar las redes sociales de una manera que ayude a la humanidad, que haga que el mercado de ideas funcione mejor.
Y ahí es donde Musk puede ayudar. Todos deberíamos esperar que decida hacerlo.