El Gobierno de El Salvador le negó a un senador demócrata reunirse con Kilmar Ábrego García

Chris Van Hollen viajó a El Salvador el miércoles para ayudar a liberar a Kilmar Ábrego García del Centro de Confinamiento del Terrorismo

Alex Woodward
- Nueva York
Jueves, 17 de abril de 2025 17:23 EDT
Un senador demócrata asegura que no le permitieron reunirse con Kilmar Abrego García durante su viaje a El Salvador

El senador demócrata Chris Van Hollen dijo que se le negó una reunión con el hombre de Maryland, que fue deportado “por error” y encerrado en una brutal cárcel salvadoreña.

El senador de Maryland viajó a El Salvador el miércoles para ayudar a liberar a Kilmar Ábrego García, del Centro de Confinamiento del Terrorismo, o CECOT, donde se enfrenta a un periodo de detención indefinido.

Sin embargo, no le permitieron reunirse con el hombre, y los funcionarios salvadoreños tampoco permitieron que el senador o la familia de Ábrego García hablaran con él por teléfono, dijo.

Kilmar Ábrego García está preso en una enorme cárcel de El Salvador en la cual estarían detenidos cientos de inmigrantes deportados de Estados Unidos
Kilmar Ábrego García está preso en una enorme cárcel de El Salvador en la cual estarían detenidos cientos de inmigrantes deportados de Estados Unidos (REUTERS)

No obstante, hace poco, sí le han permitido a algunos legisladores republicanos entrar en el CECOT, así como a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que fue filmada parada frente a una fila de hombres encarcelados.

Pero las autoridades le negaron ese mismo acceso al senador que representa al estado en el que Ábrego García ha estado viviendo con su esposa e hijos.

“Le pregunté al vicepresidente si podía reunirme con Ábrego García, y me dijo que se tenían que tomar medidas antes de visitar CECOT”, les contó Van Hollen a los periodistas desde San Salvador el miércoles.

Agregó: “Le dije: ‘No me interesa hacer un recorrido por el CECOT, solo quiero reunirme con el señor Ábrego García’. Y me dijo que no iba a ser posible”. Además, manifestó que el vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, le dijo que no le aseguraba que la semana que viene fuera posible.

“Así que, le pregunté si podía realizar una videollamada, o simplemente llamarlo por teléfono, y hablar con Ábrego García”, explicó luego. Sin embargo, tampoco se lo permitieron.

Asimismo, contó que el vicepresidente también sostuvo que no estaba seguro de si la esposa o los familiares de Ábrego García podrían hablar con él. “Esta situación es injusta”, dijo al respecto.

El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, tildó a Van Hollen de ser una “completa deshonra” y dijo que “debería avergonzarse profundamente de sus repugnantes acciones”.

“Chris y sus amigotes que se orinan en la cama han mostrado más preocupación y simpatía por un miembro ilegal de la banda MS-13 que por las víctimas de los aberrantes crímenes de los inmigrantes”, escribió.

Mediante un comunicado, los funcionarios de Seguridad Nacional afirmaron: “Van Hollen hizo más por traer de vuelta a Maryland a un miembro de la banda MS-13, traficante de seres humanos e inmigrante ilegal, que por ayudar a mantener a salvo a sus electores estadounidenses o defender a las víctimas de estas despiadadas bandas”.

No obstante, el legislador dijo que el Gobierno salvadoreño no tiene ninguna prueba de que Ábrego García fuera miembro de dicha banda.

Al respecto, sostuvo: “El Gobierno de Trump miente cuando dice que [Ábrego García] era un delincuente o formaba parte de la MS-13”. También expresó que “lo secuestraron ilegalmente” y lo enviaron al CECOT.

Ante la pregunta de por qué se niegan a liberarlo, Van Hollen respondió que el vicepresidente del país sudamericano le dijo que el Gobierno estadounidense les está pagando para mantenerlo allí.

El departamento de Estado ha concretado un acuerdo de seis millones de dólares para alojar a cientos de inmigrantes en el CECOT.

El senador demócrata Chris Van Hollen, de Maryland, afirma que se le negó tener una reunión con Kilmar Ábrego García durante su visita a El Salvador el 16 de abril
El senador demócrata Chris Van Hollen, de Maryland, afirma que se le negó tener una reunión con Kilmar Ábrego García durante su visita a El Salvador el 16 de abril (AFP mediante Getty Images)

Ábrego García huyó de El Salvador en 2011, cuando tenía 16 años. En aquel momento, entró ilegalmente en Estados Unidos, pero un juez le concedió en 2019 una orden de retención mediante la cual se impedía su expulsión del país por razones humanitarias.

Sin embargo, el mes pasado, un grupo de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas lo detuvieron durante un control de tráfico, y fue deportado rápidamente a una prisión descrita por organizaciones humanitarias como un “gulag tropical”. (Un “gulag” era un campo de concentración que funcionaba en la época de la Unión Soviética).

La Casa Blanca y los abogados del Gobierno han admitido repetidamente que su deportación se debió a un “error administrativo”. Sin embargo, se han negado a solicitar su repatriación y, en su lugar, están luchando en los tribunales para que el hombre continúe encarcelado por, supuestamente, ser miembro de una “organización terrorista extranjera”, lo que, según ellos, invalida cualquier orden judicial en contra de su deportación.

“Si nos deshacemos del debido proceso en Estados Unidos, de ahí a la tiranía hay un solo paso”, dijo el senador en un video desde el aeropuerto el miércoles por la mañana.

El Gobierno también se niega a mostrar pruebas que respalden las acusaciones de que el hombre sea miembro o “líder” de la MS-13 o “[esté] implicado en la trata de personas”.

Cuando le preguntaron por qué no se revelan públicamente esas pruebas, la fiscal general Pam Bondi le contestó a los periodistas el miércoles que Ábrego García había estado viviendo ilegalmente en el país. “No va a volver a nuestro país”, sostuvo. Además, declaró que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, “dijo que no lo iba a enviar de vuelta”.

“Ese es el final de la historia”, manifestó Bondi. Continuó: “Si quisiera enviarlo de vuelta aquí, nosotros lo enviaríamos de vuelta allí. Bajo ninguna circunstancia, nunca, él se hubiese quedado en este país. Ninguna. Ninguna. Hubiera vuelto, hubiera hecho algún que otro trámite y se hubiera ido otra vez. Es de El Salvador, está en El Salvador, y ahí es donde el presidente planea dejarlo”.

La esposa de Kilmar Ábrego García, Jennifer Vásquez Sura, declaró ante una multitud fuera de un tribunal federal en Maryland el 15 de abril que le suplica a Trump que deje de usar la vida de su marido para “artimañas políticas”
La esposa de Kilmar Ábrego García, Jennifer Vásquez Sura, declaró ante una multitud fuera de un tribunal federal en Maryland el 15 de abril que le suplica a Trump que deje de usar la vida de su marido para “artimañas políticas” (REUTERS)

Por otro lado, hay legisladores demócratas que solicitan que una delegación del Congreso visite el CECOT.

Los legisladores Maxwell Frost, de Florida, y Robert García, de California, le escribieron el martes al presidente republicano del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, para pedirle permiso para verificar en qué condiciones se encuentra Ábrego García.

“Todos debemos unirnos contra el secuestro y la detención ilegal de Kilmar Ábrego García en El Salvador”, escribió Frost esta semana. Y agregó: “Senador, estoy dispuesto a apoyarlo y a organizar a otros miembros de la Cámara para que hagan lo mismo”.

La semana pasada, la Corte Suprema le ordenó al Gobierno estadounidense que “facilitara” la “liberación [de Ábrego García] de la custodia en El Salvador”. Los magistrados aparentemente coincidieron en que su detención era “ilegal”.

El martes, un juez federal de Maryland le recriminó al Gobierno el hecho de no haber actuado desde entonces.

La jueza Paul Xinis determinará si el Gobierno está actuando de “buena fe” tras no recibir “ninguna respuesta real” sobre los intentos realizados para concretar su liberación a pesar de la sentencia unánime de la Corte Suprema. “No se tolerarán jugarretas ni discursos grandilocuentes”, advirtió.

Los funcionarios estadounidenses deben proporcionarle al tribunal respuestas firmes sobre la “ubicación física actual y el estado” de Ábrego García, así como si tomaron medidas para “facilitar” su “regreso inmediato a Estados Unidos”.

Traducción de María Luz Avila

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