Departamento de Justicia elimina estudio que demuestra que los indocumentados cometen menos delitos
La administración ha enmarcado las operaciones de deportación masiva como respuesta a la delincuencia violenta
La administración de Trump parece haber borrado una página web del Departamento de Justicia que describía un estudio que concluía que los inmigrantes indocumentados en Texas cometen notablemente menos delitos que los ciudadanos estadounidenses. Dicho hallazgo contradice las frecuentes descripciones de la Casa Blanca de esos migrantes como delincuentes violentos.
“En algún momento de la semana pasada, el Departamento de Justicia lo eliminó de su sitio web”, escribió en X el experto en inmigración David Bier, del Cato Institute. “¿Me pregunto por qué?”.
The Independent intentó solicitar comentarios del Departamento de Justicia.
La página web del Instituto Nacional de Justicia, titulada “Undocumented Immigrant Offending Rate Lower Than U.S.-Born Citizen Rate” (que en español sería La tasa de delitos cometidos por inmigrantes indocumentados es inferior a la de ciudadanos nacidos en EE. UU.), describe un estudio que el instituto financió en Texas, que escudriña los datos de criminalidad entre 2012 y 2018.
El estudio, conservado en otros archivos de la Cámara de Representantes, reveló que el porcentaje de detenciones de indocumentados por delitos violentos y de drogas era la mitad que el de ciudadanos nacidos en el país, y una cuarta parte que el de delitos contra la propiedad.
También señalaba que los indocumentados presentaban las tasas más bajas de delitos graves y violentos en el estado fronterizo.
“No hay pruebas de que la prevalencia de los delitos cometidos por inmigrantes indocumentados haya aumentado en ninguna categoría”, escribieron los autores.
El hallazgo respalda el consenso general de la investigación de que los inmigrantes cometen menos delitos que los ciudadanos estadounidenses, aunque los intentos de estudiar a esta población se ven dificultados por los estados que no anotan la condición de inmigrante en las detenciones.
La administración de Trump describe con frecuencia a los migrantes no autorizados como criminales violentos y peligrosos.
Un reciente comunicado de la Casa Blanca sobre las deportaciones masivas planeadas por Trump señala que el número de “inmigrantes ilegales expulsados del país ha superado los 50.000 mientras la administración de Trump continúa sacando de nuestras calles a asesinos, violadores y traficantes de drogas inmigrantes ilegales”.
De hecho, la mitad de los detenidos por inmigración desde que Trump asumió el cargo no han sido declarados culpables por ningún delito, según un análisis de datos del New York Times. (El hecho mismo de entrar de forma ilegal en EE. UU. es un delito civil).
Incluso en los lugares en los que la administración ha afirmado que perseguía a los peores, la realidad se ha quedado corta.
En el marco de los procedimientos judiciales sobre la medida de la Casa Blanca de detener a los migrantes deportados en la estación naval de Guantánamo —donde se encuentran los detenidos terroristas de alto perfil de Estados Unidos—, la administración reveló que, en un momento dado, casi un tercio de los migrantes detenidos se consideraban de “amenaza menor” y probablemente no tenían antecedentes penales graves.
Durante la campaña de 2024, Donald Trump vinculó con frecuencia la inmigración récord que se produjo en la frontera sur durante los años de Biden a lo que llamó “la delincuencia de los migrantes de Biden”, e hizo declaraciones junto a “madres ángeles” cuyos hijos fueron asesinados por migrantes.
En los últimos años, Texas ha desempeñado un papel pionero en el control de la inmigración, en colaboración con el gobierno federal. Bajo el mandato del gobernador Greg Abbott, el estado ha gastado miles de millones en utilizar la policía estatal y un muro fronterizo de estilo militar para luchar contra la inmigración ilegal.
Traducción de Michelle Padilla