Mujer de Iowa afirma que su padre fue un asesino en serie que mató hasta a 70 personas; su hermana lo niega
Lucy Studey afirma que tiene recuerdos vívidos de cómo su padre, Donald Dean Studey, los obligó a ella y a sus hermanos a ayudar a enterrar los restos de hasta 70 mujeres que había matado; ahora el FBI está buscando los presuntos cadáveres, escribe Andrea Blanco
Cuando Lucy Studey recuerda a su padre, piensa en los cadáveres que, según ella, le vio enterrar.
No hay recuerdos cariñosos de él mientras le lee cuentos antes de dormir, o la empuja en los columpios. En cambio, la mujer de 53 años afirma que el recuerdo de su padre que se grabó de manera dolorosa en su mente es el de él obligando a ella y a sus hermanos a enterrar los restos de entre 50 y 70 mujeres en su propiedad al oeste de Tabor, Iowa.
Las acusaciones que Lucy ha planteado contra su padre, Donald Dean Studey, cayeron en saco roto durante 45 años, según ella, hasta que a principios de este año puso al alguacil del condado de Fremont, Kevin Aistrope, al corriente del secreto que, según ella, carga desde que era una niña.
“Nos decía que teníamos que ir al pozo, y yo sabía lo que eso significaba”, le relató Lucy a Newsweek en una entrevista exclusiva. “Cada vez que iba al pozo o a las colinas, pensaba que no iba a regresar. Pensaba que me mataría porque no mantendría la boca cerrada”.
Su hermana, Susan Studey, tiene recuerdos muy diferentes. Susan ha refutado con vehemencia las afirmaciones de Lucy, y declaró para Newsweek que su padre era estricto, pero no era un asesino en serie.
“Los padres estrictos no se convierten en asesinos en serie… Soy dos años mayor que Lucy. Creo que sabría si mi padre asesinó”, le aseguró Susan a Newsweek. “Sabría si mi padre fue un asesino en serie. No lo fue, y quiero que se reivindique el nombre de mi padre”.
Tras las afirmaciones de Lucy, el FBI inició una investigación, y la oficina del alguacil envió perros rastreadores al pozo donde supuestamente se enterraron los cuerpos. Dos perros detectaron indicios en zonas cercanas al pozo, y aunque aún no se han recuperado restos humanos, Aistrope comentó que se inclina por creerle a Lucy.
Donald Studey murió en 2013 a la edad de 75 años, y aunque Lucy acepta que no puede hacer justicia a las familias que aún se preguntan qué pasó con sus seres queridos, está decidida a darles al menos un cierre.
Esto es lo que sabemos sobre el caso hasta ahora:
Las presuntas víctimas ‘jóvenes y de pelo oscuro’
Según el relato de Lucy a Newsweek, los asesinatos ocurrieron en la década de 1980. Las víctimas que su padre eligió eran blancas, de entre 20 y 30 años, y tenían el pelo oscuro.
También le describió al medio que algunas de ellas tenían el pelo rubio oscuro o pelirrojo, muy corto.
Eran trabajadoras sexuales o transeúntes que Donald Studey recogía en Omaha, Nebraska, y llevaba a su granja. Solo una de ellas, asevera Lucy, era una fugitiva de 15 años.
Donald Studey las golpeaba con violencia en la cabeza dentro de la caravana en la que vivía con la familia, afirma Lucy, o las apuñalaba y les disparaba.
Las víctimas femeninas eran luego presuntamente arrojadas al pozo con una profundidad de 100 pies (30 metros), con la ropa y las joyas puestas.
Para justificar los asesinatos ante sus hijos, una vez explicó que “las p**** se lo merecían”, añadió Lucy para Newsweek.
Un sombrío ritual familiar para deshacerse de los cadáveres
Después de los actos violentos, Donald Studey utilizaba a sus hijos para deshacerse de los cadáveres, afirmó Lucy.
“Nos decía que teníamos que ir al pozo, y yo sabía lo que eso significaba”, relató.
“Cada vez que iba al pozo o a las colinas, pensaba que no iba a regresar. Pensaba que me mataría porque no mantendría la boca cerrada”.
Mientras tanto, Susan asegura que su hermana ha malinterpretado de manera grave a su padre, quien, según ella, nunca cometió ningún asesinato.
“La primera vez que oí hablar de cadáveres fue cuando hablé con Lucy hace un año”, informó Susan a Newsweek.
“Mi padre no era el hombre que ella pinta. Era estricto, pero era un padre protector”.
Cuarenta y cinco años de denuncias “ignoradas”
Lucy le contó a Newsweek que intentó hablar por primera vez los presuntos crímenes de su padre cuando estaba en segundo grado.
“Nadie quiso escucharme”, se quejó. “La profesora dijo que los asuntos familiares debían tratarse en familia, y las fuerzas del orden dijeron que no podían confiar en los recuerdos de una niña. Yo era apenas una niña, pero lo recuerdo todo”.
El alguacil Aistrope también informó al medio que, hace unos 10 años, Lucy hizo una llamada a su oficina, pero el departamento no pudo encontrar el pozo.
A principios de este año, el ayudante del alguacil del condado de Fremont, Mike Wake, se tomó en serio las denuncias de Lucy y le pidió que lo dirigiera al pozo, el cual asevera que encontró de inmediato.
Los perros rastreadores encontraron al menos cuatro indicios en la valla del pozo con una propiedad vecina.
“Realmente creo que hay huesos allí”, comentó Aistrope al visitar la escena con los reporteros de Newsweek y Lucy el viernes.
“Me cuesta creer que dos perros encuentren indicios exactamente en los mismos lugares y sean falsos. No sabemos de qué se trata. Los colonos estaban allí arriba. También había asentamientos de nativos americanos allí arriba, pero tiendo a creerle a Lucy”.
Sin embargo, desde entonces, Aistrope parece haber adoptado un enfoque más cauteloso.
“Ha sido un rumor durante años”, declaró para la estación local de noticias KETV.
“Tenemos una escena, pero no sabemos si es una escena del crimen. No tenemos víctimas, cuerpos. Nada”.
Mientras tanto, Susan dice que los perros probablemente hallaron los huesos de las mascotas que han sido enterradas en el lugar, y los restos de la hermana de su padre que nació muerta, y también fue enterrada allí.
Jim Peters, de la organización Samaritan Detection Dogs, le hizo saber a Newsweek que sus perros están entrenados para ignorar los huesos de animales y que “se siente bastante confiado con lo que vi de los perros, pero no voy a sacar conclusiones aún”.
El FBI y la División de Investigación Criminal de Iowa se han sumado a la investigación, informó KETV. El departamento del alguacil analizó varias vías para recuperar posibles restos, como el uso de sistemas de sonar y la excavación y perforación del pozo, que podría costar hasta US$300.000.
Sin embargo, el departamento espera encontrar pruebas más concretas antes de seguir con una búsqueda más amplia.
Antecedentes penales de Donald Studey
Según Lucy, su padre era un apostador. Lo describió como abusivo y dijo que la hizo temer por su vida muchas veces.
Susan declaró a Newsweek que la única vez que vio a su padre enfadarse fue durante una disputa con un vecino por su perro.
Los antecedentes penales obtenidos por el medio muestran que fue condenado por hurto y que pasó un tiempo en la cárcel en Omaha por conducir bajo los efectos del alcohol.
Al parecer, las autoridades locales de Iowa le temían y los agentes evitaban visitar su casa en solitario.
Donald Studey, que presuntamente intentó suicidarse varias veces, se casó dos veces en su vida. Sus dos esposas se suicidaron, según Newsweek.
Una de ellas murió por estrangulamiento y la otra se disparó, según los expedientes policiales obtenidos por el medio.
La búsqueda de un cierre
Lucy afirma que es consciente de que las familias de las posibles víctimas no obtendrán justicia.
Dice que la forma en que fue criada la ha convertido en una persona emocionalmente distante, pero que está dispuesta a ofrecerles una especie de cierre.
“Todo lo que quiero es que se excave en estos lugares, que se cierre el caso y que se dé a estas mujeres un entierro adecuado”, le confesó Lucy a Newsweek.
“No siento nada por mi padre. Nada en absoluto. Quería justicia cuando mi padre estaba vivo, pero ya no está”.
The Independent se ha puesto en contacto con varios miembros de la familia Studey y con la oficina del alguacil del condado de Fremont.