Lo que sabemos sobre la secta religiosa investigada por el FBI tras denuncias de abuso sexual infantil

Conocida como De a dos, La verdad o La iglesia sin nombre, la secta cuenta con varias denuncias de delitos graves. Andrea Cavallier informa

Martes, 25 de junio de 2024 13:19 EDT
En diálogo con ABC News, Sheri Autrey contó que sufrió abusos sexuales cuando era niña
En diálogo con ABC News, Sheri Autrey contó que sufrió abusos sexuales cuando era niña (ABC News)
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Exmiembros de una secta cristiana secreta revelaron que sufrieron abusos sexuales cuando eran niños y formaban parte del grupo. Los relatos son perturbadores.

La secta es conocida bajo las denominaciones De a dos, La verdad o La iglesia sin nombre, y sus pastores, a los que denominan “empleados”, realizan visitas en pareja a los hogares de los fieles para predicar el Evangelio.

No obstante, desde ABC News encabezaron una investigación que duró un año y se emitió hace poco en el episodio final de temporada de la serie IMPACT by Nightline en la que expusieron los abusos que sufrieron cientos de personas que formaban parte de la organización religiosa cuando eran niños.

Las acusaciones fueron tantas que también se involucró el FBI, según confirmaron en febrero.

Decenas de presuntas víctimas, provenientes de al menos 34 estados, compartieron sus historias con el medio de noticias. Hubo denuncias de hechos que sucedieron en los años 50 y algunas víctimas acusaron a la misma persona, aunque con décadas de diferencia.

Los periodistas también se contactaron con más de 20 líderes en funciones o no, a los que se los denomina “supervisores”, pero todos aseguraron que nunca supieron sobre la situación.

La manipulación de los abusadores

Sheri Autrey se crió en la secta y contó que solo tenía 14 años cuando un pastor de 28 años abusó de ella.

La mujer, que ahora tiene 55 años, relató en una entrevista reciente con ABC News que los abusos se repitieron durante dos meses, todas las noches.

“Me tocaba por todas partes; me besaba”, detalló.

Y agregó: “Era aterrador. Sobretodo porque si alguien se enteraba, la que iba a salir mal parada era yo. Yo era la que estaba haciendo algo malo”.

Sin embargo, confesó haber tenido tanto miedo que nunca se animó a denunciarlo.

Además, explicó que manipulaban a las víctimas para hacerles creer que ellas eran las que estaban comportándose mal y que estaban influenciadas por entidades malignas o demonios. No tenían permitido cuestionar a Dios.

Sheri Autrey y su familia formaban parte de la secta religiosa De a dos
Sheri Autrey y su familia formaban parte de la secta religiosa De a dos (ABC News)

En 1986, mientras estaba en la secundaria, Autrey escribió un artículo de investigación sobre su presunto abusador, Steve Rohs, en el que afirmaba que el hombre le había dicho en repetidas ocasiones que no le contara a sus padres sobre los abusos.

Otras de las cosas que solía decirle era que si se quedaba embarazada, se casaría casar con ella, y que lo que le hacía estaba bien. Según Autrey, los miembros de la secta y la gente en general lo consideraban una persona agradable.

De acuerdo con lo que averiguaron desde ABC News, los padres de Autrey se pusieron en contacto con su supervisor, Eldon Tenniswood, para informarle sobre los supuestos abusos.

En consecuencia, Tenniswood le envió una carta a Rohs en 1986 en la que le advirtió: “Recuerda, Steven, en aquel momento tenías 28 años y ella 14, por ende, lo que hiciste sería un delito grave”.

Rohs, por su parte, le respondió en otra carta: “Nos besamos y nos tocamos mutuamente. Pero no ocurrió con nadie más. No quise ocultarlo, pero no supe cómo manejarlo, por lo que decidí irme del lugar y rogarle a Dios que me perdonara. Era consciente de que estaba mal, pero me dejé llevar”.

Por otro lado, negó haberle prometido a Autrey que se casarían.

Según la Oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Tulare, nunca imputaron penalmente a Rohs por los abusos, y probablemente nunca lo hagan.

En un comunicado, las autoridades señalaron: “Los fiscales han revisado meticulosamente los expedientes y los relatos de las víctimas y han determinado que, de acuerdo con lo que establece el Estatuto de Limitaciones de California, cualquier supuesto delito ya no puede juzgarse”.

Y agregaron: “Lamentablemente, los cargos no pueden presentarse debido a que el plazo legal para hacerlo ha vencido”. Más aún, explicaron que las denuncias se realizaron luego de que la victima cumpliera 40 años.

Según información de la ONG contra la violencia sexual RAINN, los únicos siete estados que han eliminado la prescripción de causas sobre delitos sexuales graves son Carolina del Norte, Carolina del Sur, Virginia, Virginia Occidental, Maryland, Kentucky y Wyoming.

Por ahora, la única ley vigente a la que podrían atenerse las víctimas es una que les permite presentar una demanda dentro de un plazo de cinco años posteriores al delito o antes de que cumplan 40 años para poder obtener una compensación económica. Dichas disposiciones se aplican solo a los casos ocurridos antes de 2024.

¿Cómo es la secta religiosa De a dos?

Es un grupo religioso cristiano no confesional fundado por el evangelista escocés William Irvine en el siglo XIX.

Las ceremonias religiosas suelen celebrarse los miércoles y domingos en los domicilios particulares de los miembros.

En diálogo con ABC News, exmiembros contaron que el uso de maquillaje, accesorios o joyas (a excepción de un anillo de compromiso) estaba mal visto. Tampoco se permitían los cortes el cabello y se les exigían a las mujeres utilizar prendas tradicionales, como por ejemplo vestidos en lugar de pantalones.

Lauralee Brown, antigua miembro de la iglesia, relató que usar pantalones o ir a la universidad no se consideraba “femenino”. Además, cuando quiso estudiar derecho, los pastores le dijeron que era algo muy mundano y que no tenía sentido hacerlo.

Otro exmiembro, Michael Day, expresó que la filosofía que predican es muy convincente.

Por último, LaNette Burrage Flanigan, otra mujer que formaba parte de la secta aseguró: “Utilizan el miedo y la manipulación. Intimidan a las personas y las amenazan con los castigos de Dios para poder controlarlas. Les dicen que son el único camino correcto que deben seguir”.

De hecho, de acuerdo con la doctrina de la iglesia, formar parte del grupo es la única manera de obtener la salvación del alma.

Con respecto a la denominación de la secta, Cherie Kropp, exmiembro y autora de una biografía histórica sobre el culto, explicó que el nombre viene del hecho de que realizan las visitas para evangelizar de a dos.

Asimismo, detalló que los “supervisores” son los líderes de la iglesia, seguidos por los “pastores” o “empleados” que visitan los hogares de los miembros en parejas conformadas por dos hombres o dos mujeres para predicar la palabra de Dios.

Los “presbíteros” y los “amigos” les siguen a continuación en la jerarquía.

“Los pastores se quedan en las casas y establecen un vínculo emocional con las familias”, explicó a ABC News Mitchell Garabedian, abogado que representa a víctimas de abuso sexual, entre ellas a un exmiembro de la secta.

A continuación, añadió: “Los padres confían plenamente en ellos y eso se convierte en algo peligroso. Están ciegos. La religión puede provocar eso. Practicar una religión puede ser muy bueno si se hace de la manera correcta, si no, puede causar mucho daño”.

Ahora, tras años de denuncias, el FBI se ha involucrado en la causa y ha emprendido una investigación.

“El FBI se dedica, en general, a trabajar con casos que pueden comenzar dentro de una comunidad y tener consecuencias internacionales”, declaró al medio Eugene Kowel, agente especial que dirige la Oficina de Omaha a cargo de la causa.

“Estoy tratando de desarrollar un caso de gran envergadura, por lo que no nos quedaremos solo con una primera detención. Seguiremos las pruebas hasta cualquier lugar que nos lleven para garantizar la protección de los niños y encontrar a cada individuo que esté involucrado a fin de que sea juzgado debidamente”, concluyó el hombre.

El FBI le solicita a cualquier persona que tenga información sobre la secta religiosa o que crea que su hijo u otros niños puedan haber sido víctimas de miembros del grupo, que rellene un breve formulario en línea o que se comunique a través de la línea directa (402-493-8688).

Durante la entrevista, Autrey también explicó que muchas personas no denuncian los abusos por miedo hasta que ya es demasiado tarde.

Acto seguido, comentó: “Si no creías en ellos, que eran los elegidos de Dios, te ibas a ir al infierno. Era un lavado de cerebro constante y desde muy temprana edad”.

Finalmente, la mujer expresó que si pudiera volver a su adolescencia, esto es lo que se diría a sí misma: “Eres increíble y preciosa. No mereces nada de esto. Tendrás una buena vida y lo que te sucedió no te define, lo superarás”.

Traducción de María Luz Avila

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