Cierre de aeropuerto y vuelos desviados tras inundaciones en la isla española de Mallorca
La tormenta paralizó toda la actividad en el aeropuerto de Son Sant Joan
Los turistas de una popular isla de vacaciones se quedaron varados tras una insólita tormenta.
El agua caía en cascada desde el techo y los aviones permanecieron en las pistas inundadas del aeropuerto de Palma, capital de la isla española de Mallorca, a causa de las fuertes lluvias que cayeron el martes sobre el popular destino turístico.
La tormenta paralizó toda la actividad del aeropuerto de Son Sant Joan, el tercero más importante de España, debido a la “imposibilidad de operar con seguridad”, según informó la operadora Aena en un comunicado.
El aeropuerto activó su plan de emergencia y se desviaron los vuelos a Mallorca de manera temporal hacia aeropuertos alternativos, según informó el ministro de Transportes, Óscar Puente.
Puente señaló más tarde en la plataforma X que el aeropuerto reanudaría sus operaciones a medida que amainaba la lluvia.
La agencia meteorológica nacional AEMET mencionó que su estación en el aeropuerto registró precipitaciones de casi 5 centímetros por hora, con picos de hasta 9 cm en menos de una hora.
Los videos publicados en X mostraban agua cayendo del techo de la zona comercial del aeropuerto, viajeros con ropa de verano empapados por el agua que entraba por las ventanas y se filtraba por cubetas colocadas debajo. Otros mostraban coches luchando por atravesar un estacionamiento inundado.
El tráfico de pasajeros en el aeropuerto de Palma de Mallorca alcanzó el año pasado los 31,1 millones, un récord histórico. La isla mediterránea, conocida por sus pintorescas playas y su clima soleado, es uno de los destinos más visitados de Europa, especialmente popular entre los turistas alemanes y británicos.
Por otra parte, un importante hotelero de Mallorca admitió su preocupación por el impacto que las protestas contra el exceso de turismo están teniendo en la economía.
Javier Vich, presidente de la Asociación de Hoteleros de Palma y director general de Summum Hotel Group, teme que disminuya el número de viajeros que reservan vacaciones en la isla balear tras leer las noticias sobre las protestas en las calles y playas de Palma.
En una de las manifestaciones a gran escala, casi 10.000 personas desfilaron por las calles de la capital mallorquina a finales de mayo, portando carteles en los que se leía “SOS Residentes” y “Basta de exceso de turismo”. Vich considera que este tipo de incidentes podría afectar a dónde deciden ir de vacaciones los turistas.
Afirma que no iría a un destino donde no se sintiera bienvenido: “Es muy difícil construir un destino y muy fácil destruirlo”.