Posible impacto de la guerra comercial de Trump hunde la confianza del consumidor en EEUU

La confianza del consumidor en Estados Unidos se desplomó en abril, el cuarto mes consecutivo de caídas, en lo que parece ser una fuerte crítica a las guerras comerciales del presidente Donald Trump, que han alimentado la ansiedad por las posibles pérdidas de empleo y el aumento de la inflación.
La lectura preliminar del índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, publicada el viernes y que se observa con mucha atención, cayó un 11% en términos mensuales, alcanzando 50,8, el nivel más bajo desde los momentos más críticos de la pandemia de COVID-19. En el último año, la confianza ha caído un 34%.
La caída fue “generalizada y unánime en todas las edades, ingresos, niveles educativos, regiones geográficas y afiliaciones políticas”, manifestó Joanne Hsu, directora de la encuesta.
La proporción de encuestados que espera que el desempleo aumente en los próximos meses se incrementó por quinto mes consecutivo y ahora es la más alta desde 2009, durante la Gran Recesión.
Aunque la confianza del consumidor no siempre es un indicador confiable de la economía en general, en ocasiones ha reflejado cambios en la percepción pública sobre el liderazgo presidencial. La confianza entre los republicanos cayó un 6% en el último mes, mientras Trump insinuaba y luego implementaba una serie de aranceles agresivos, solo para ordenar el miércoles una pausa de 90 días en algunos impuestos de importación.
“Curiosamente, parece que al presidente Trump se le atribuye gran parte de la culpa por el deterioro de la confianza, y 67% de los encuestados señalan que el gobierno está haciendo un ‘mal trabajo’ en la lucha contra la inflación y el desempleo”, comentó James Knightley, economista internacional en jefe de ING. “Solo el 18% dice que está haciendo un ‘buen trabajo’”.
Hasta ahora, el resultado del drama de la guerra comercial es un arancel base del 10% para la mayoría de los países, mientras que las importaciones de China están gravadas con un 145% combinado. Los bienes de Canadá y México enfrentan aranceles de hasta el 25%, mientras que los autos, el acero y el aluminio importados se gravan a esa misma tasa. China respondió el miércoles con un arancel del 125% sobre los productos estadounidenses.
El gobierno de Trump indica que ha establecido nuevos acuerdos comerciales con más de 75 naciones en un lapso de 90 días.
“Estamos haciéndolo muy bien con nuestra POLÍTICA DE ARANCELES”, dijo Trump el viernes en su red social Truth Social. ”¡¡¡Muy emocionante para Estados Unidos y el Mundo!!! Está avanzando rápidamente.”
El deterioro de la confianza estadounidense se ha manifestado también en los mercados financieros. Los inversores están vendiendo deuda de Estados Unidos. La tasa de interés de los bonos del Tesoro estadounidenses a 10 años alcanzó el 4,53% el viernes, frente a aproximadamente el 4% al inicio de la semana. Esto es un indicio de una mayor inestabilidad económica futura.
El viernes, el dólar cayó a un mínimo de tres años frente al euro.
Larry Fink, CEO de la firma de inversión BlackRock, dijo a CNBC que la economía de Estados Unidos está al borde de una recesión, si no es que ya está allí.
“Creo que ahora estamos muy cerca de una recesión, si no es que ya estamos en ella”, afirmó.
En la encuesta de confianza de Michigan se encontró que la gente ahora espera que la inflación a largo plazo alcance el 4,4%, frente al 4,1% del mes pasado, un movimiento que puede ser de particular preocupación para la Reserva Federal de Estados Unidos. La Fed presta mucha atención a las expectativas de inflación, porque pueden volverse autorrealizables. Si la gente espera que los precios suban, a menudo toman medidas que pueden aumentar los precios, como acelerar las compras o buscar salarios más altos.
Esta es una señal de que la mayoría del público no considera relevantes los datos de esta semana que muestran que la inflación del consumidor disminuyó en marzo a una tasa anual del 2,4%. La mayoría de los economistas creen que, dado el aumento de las guerras comerciales, es probable que la inflación se reavive.
Las expectativas de inflación de los estadounidenses para los próximos cinco años ahora están en su nivel más alto desde 1991, según Capital Economics, una empresa de pronósticos.
“Los hogares parecen haber llegado a la misma conclusión que los mercados: los aranceles provocarán un daño duradero a la economía de Estados Unidos”, dijo en un correo electrónico Harry Chambers, economista adjunto de Capital Economics.
La confianza del consumidor sigue estando fuertemente dividida por partido, y el índice de los demócratas es de 34,1, mientras que el de los republicanos es de 81,9. Sin embargo, ambos registraron caídas pronunciadas en abril.
La confianza entre los independientes se desplomó a 46,8 desde 55,7, y está muy por debajo de su pico posterior a las elecciones de 70,2. La cifra de abril entre los independientes ahora es más baja de lo que fue en cualquier momento de la presidencia de Joe Biden.
Esas expectativas de inflación han aumentado durante varios meses. En una conferencia de prensa realizada el mes pasado, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que la medida de expectativas de inflación de la Universidad de Michigan era una “anomalía”. Las medidas de expectativas de inflación basadas en el mercado, basadas en valores del Tesoro ajustados según la inflación, han permanecido bajas, cerca del objetivo de la Fed del 2%.
Típicamente, la caída de la confianza sugiere que los estadounidenses reducirán el gasto, aunque, en ocasiones, en los últimos años, los consumidores han seguido gastando a pesar del pesimismo. Sin embargo, el hecho de que las preocupaciones sobre el empleo estén aumentando podría llevar a los consumidores a ser más cautelosos.
“Esta falta de confianza en el mercado laboral contrasta fuertemente con los últimos años, cuando el sólido gasto fue apoyado principalmente por mercados laborales e ingresos fuertes”, expresó Hsu.
Lo que hace único este momento es que el vaivén sobre los aranceles ha generado un grado de parálisis con congelaciones de contrataciones e incertidumbre.
“Todas las personas que observan el desarrollo de este proceso sienten mucha ansiedad porque no saben cómo tomar las decisiones correctas cuando las cosas cambian cada hora”, dijo David French, vicepresidente senior de relaciones gubernamentales de la Federación Nacional de Minoristas.
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El periodista de la AP Paul Wiseman contribuyó a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.