Recortes científicos de Trump afectan laboratorios universitarios, investigación de aves y de IA

R. Matt Obrien
Jueves, 24 de abril de 2025 14:53 EDT
EEUU-TRUMP-INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA CANCELADA
EEUU-TRUMP-INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA CANCELADA (AP)

El sueño de Ashley Dayer de obtener una subvención de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF, por sus siglas en inglés) era dedicarse a hacer descubrimientos en la conservación de aves, algo que inició cuando era profesora al comienzo de su carrera, con un bebé en brazos y un laboratorio con presupuesto mínimo.

La competencia por las becas de la NSF es intensa y una fuente clave de financiación para la investigación científica en las universidades estadounidenses. Fueron necesarias tres solicitudes rechazadas y años de investigación preliminar para que la agencia le concediera una.

Pero el lunes Dayer recibió un correo electrónico en que se le informó que el gobierno del presidente Donald Trump recortaba la financiación, aparentemente porque el proyecto que investigaba el papel de los comederos para aves abordaba temas de diversidad, equidad e inclusión.

“Estaba en shock y entristecida”, dijo Dayer, profesora del Departamento de Conservación de peces y vida silvestre de Virginia Tech. “Estábamos a punto de consolidar nuestros hallazgos y realizar todo nuestro análisis. Hay una sensación de duelo”.

Cientos de investigadores universitarios sufrieron la cancelación abrupta de su financiación por parte de la Fundación Nacional de Ciencias el viernes para cumplir con las directivas de Trump de dar fin al apoyo a investigaciones sobre diversidad, equidad e inclusión (DEI), así como al estudio de la información errónea y la desinformación. Este es el último frente de la campaña anti-DEI de Trump, quien también ha atacado a las administraciones universitarias, la investigación médica y el sector privado.

Más de 380 proyectos con subvenciones se han recortado hasta la fecha, incluidos trabajos para combatir la censura en internet en China e Irán, y un proyecto de consultoría con comunidades indígenas para comprender los cambios ambientales en la región ártica de Alaska. Un científico informático estudiaba cómo las herramientas de inteligencia artificial (IA) podrían mitigar el sesgo en la información médica, y otros intentaban ayudar a las personas a detectar deepfakes generados por IA. Varias becas canceladas buscaban ampliar la diversidad de las personas que estudian ciencia, tecnología e ingeniería.

La NSF, fundada en 1950, cuenta con un presupuesto de 9.000 millones de dólares que puede ser un salvavidas para profesores con recursos limitados y los investigadores más jóvenes que reclutan para sus equipos. Ha cambiado sus prioridades con el tiempo, pero es muy inusual cancelar tantas subvenciones a la mitad del camino.

Algunos científicos previeron los recortes luego que el senador republicano Ted Cruz señalara el año pasado miles de proyectos financiados por la NSF que, según él, reflejaban una agenda marxista o de “diversidad, equidad e inclusión ‘woke’” incluidos algunos —pero no todos— proyectos recortados el viernes. “Woke” (“despierto”) es un término despectivo usado por los conservadores para referirse a personas de ideología progresista con conciencia social.

No obstante, Dayer dijo estar “increíblemente sorprendida” de que su proyecto sobre aves fuera cancelado. En colaboración con otras instituciones —como el Laboratorio de Ornitología de la Universidad Cornell—, el proyecto aprovechaba el Project Feedwatch —un proyecto que incluye a voluntarios para ayudar a contar e identificar las aves en sus comederos para rastrear cambios en especies y poblaciones con el tiempo—, un sitio web y una app para compartir observaciones de aves.

El equipo de Dayer había recopilado datos de más de 20.000 estadounidenses sobre sus hábitos de observación de aves, y reunía información sobre el impacto de los comederos al exterior en la fauna silvestre, pero también en el bienestar mental de las personas.

La única mención de la palabra “diversidad” en la solicitud para la subvención se refiere a la diversidad en las poblaciones de aves, no de las personas. Pero el proyecto buscaba explícitamente involucrar a más gente con discapacidad y no blanca. Esto encaja con el requisito establecido desde hace tiempo por la NSF de que los proyectos financiados deben tener un impacto extenso.

“Pensábamos que, si acaso, tal vez nos dirían que no hiciéramos ese trabajo de impacto más amplio y que lo elimináramos de nuestro proyecto”, mencionó Dayer. “No esperábamos en absoluto que toda la subvención se quedara sin financiación”.

La NSF y DOGE afirman que eran “subvenciones de DEI derrochadoras”

“El día en que cancelaron las subvenciones, Sethuraman Panchanathan, director de la NSF desde 2020, expresó en el sitio web de la agencia que esta aún apoya la “investigación para ampliar la participación”, pero que esos esfuerzos “no deberían favorecer a algunos grupos en detrimento de otros, ni excluir directa o indirectamente a individuos o grupos”.

La NSF declinó compartir el número total de subvenciones canceladas, pero el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) de Trump, dirigido por el multimillonario Elon Musk, publicó en X que la NSF había cancelado “402 subvenciones de DEI derrochadoras” por un valor de 233 millones de dólares. No especificó cuánto de eso ya se había gastado. Las subvenciones suelen durar varios años.

Caren Cooper, profesora de silvicultura y recursos naturales de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, reportó que anticipaba que su trabajo estuviera en la mira tras aparecer en la lista de Cruz. Su proyecto de subvención también buscaba incluir a personas no blancas y con discapacidad en proyectos de ciencia participativa voluntaria con el objetivo de involucrar a quienes históricamente han sido excluidos de los espacios naturales y de los grupos de observación de aves, en colaboración con la National Audubon Society (Sociedad Nacional Audubon), una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación de aves y sus hábitats.

Una estudiante de doctorado dejó su trabajo y se mudó con su familia a Carolina del Norte para trabajar con Cooper gracias al estipendio que la subvención ayudó a financiar.

“Hemos intentado elaborar planes de contingencia”, dijo Cooper. “No obstante, es algo ilegal. Viola los términos y condiciones de la subvención. Y realmente perjudica a nuestros estudiantes”.

Reducción de trabajos sobre desinformación e información errónea

Además de eliminar investigaciones que incluyen diversidad, equidad e inclusión, la NSF reportó que ya no “apoyará investigaciones cuyo propósito sea combatir la ‘información errónea’, la ‘desinformación’ y la ‘información malintencionada’ que podría utilizarse para vulnerar los derechos de expresión de los ciudadanos estadounidenses —protegidos por la Constitución— en todo Estados Unidos, de una manera que promueva una narrativa predilecta en torno a temas significativos del debate público”.

Varios investigadores manifestaron que no estaban seguros de la razón por la que cancelaron su financiación, salvo que sus resúmenes incluían términos como “censura” o “información errónea”.

“La falta de transparencia en torno a este proceso es profundamente preocupante”, dijo Eric Wustrow, profesor de ingeniería de la Universidad de Colorado, en Boulder, cuya subvención se centra en estudiar y combatir la censura en internet en países como China e Irán. “¿Acaso simplemente usaron Ctrl+f para ciertas palabras e ignoraron el contexto?”.

La NSF expuso en su sitio web que “no hay una lista de palabras” que se deban evitar, pero que la investigación sobre información errónea, desinformación e información malintencionada ya no se ajusta a las prioridades de la NSF.

Wustrow refirió que su investigación apoya la libertad de expresión y el acceso a la información en todo el mundo, y planea apelar la decisión de cancelar la financiación. Mientras tanto, considera la posibilidad de trabajar gratis este verano sin una subvención que financie su salario.

Incluso para quienes sí pretendían abordar la desinformación en general, los recortes parecieron no captar el fondo del asunto.

Casey Fiesler, de la Universidad de Colorado, en Boulder, tenía un proyecto centrado en disipar las ideas erróneas sobre la inteligencia artificial (IA) y mejorar la alfabetización en IA —otra prioridad del departamento de educación de Trump—. Drew Margolin, de la Universidad de Cornell, informó que su trabajo buscaba ayudar a las personas a encontrar maneras de combatir el acoso en redes sociales, los discursos de odio y la desinformación o información errónea sin la ayuda de moderadores de contenido ni reguladores gubernamentales.

“La ironía es que es como una forma de libertad de expresión de abordar la expresión”, dijo Margolin.

¿Se avecinan más recortes?

La NSF declinó confirmar si se avecinan más recortes. La cancelación de la financiación refleja recortes previos a la financiación de la investigación médica de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).

Un grupo de científicos y grupos de salud demandó a los NIH a principios de este mes con el argumento que dichos recortes eran ilegales y amenazaban las curas médicas.

Los recortes en la NSF hasta la fecha representan una pequeña porción de todas las subvenciones de la agencia, que ascienden a 387 proyectos, reportó Scott Delaney, científico investigador de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, quien ayuda a dar seguimiento a los recortes para ayudar a los investigadores a que defiendan sus intereses. Algunos recibieron cartas de cancelación a pesar de que sus proyectos ya habían finalizado.

“Es muy caótico, lo cual es muy consistente con lo que está sucediendo en los NIH”, dijo Delaney. “Y no está nada claro si esto es todo lo que se va a cancelar o si es sólo el arranque”.

Dayer aún trata de encontrar qué hacer respecto a la pérdida de financiación para el proyecto de los comederos para aves, que recorta parte de la financiación de verano para cuatro profesores de tres universidades y sus respectivos equipos de estudiantes. Le preocupa especialmente lo que esto significa para la próxima generación de científicos estadounidenses, incluidos aquellos que todavía no deciden su trayectoria profesional.

“Es un ataque directo a la ciencia en este momento”, dijo Dayer. “Tendrá consecuencias duraderas para el pueblo estadounidense y para la ciencia y el conocimiento en nuestro país. También me preocupa que la gente ya no entre al campo de la ciencia”.

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La periodista de The Associated Press Ali Swenson contribuyó a este despacho desde Nueva York.

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