Rebeldes apoyados por Congo y Ruanda sostienen conversaciones en Qatar

El gobierno de la República Democrática del Congo y los rebeldes respaldados por Ruanda se están reuniendo en Qatar para conversaciones, en un renovado esfuerzo por la paz en el este del Congo donde los insurgentes han tomado vastos territorios, informaron funcionarios el jueves.
El conflicto se intensificó en enero cuando los rebeldes del M23 avanzaron y tomaron la estratégica ciudad de Goma, en el este del Congo, seguida por la ciudad de Bukavu en febrero. Los combates han matado a unas 3.000 personas y han aumentado los temores de una guerra regional más amplia.
Según funcionarios de ambas partes, las delegaciones del gobierno del Congo y del grupo rebelde M23 también se reunieron el miércoles en Doha, la capital de Qatar. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir las negociaciones.
Las conversaciones siguen a una reciente reunión facilitada por Qatar entre los presidentes de Congo y Ruanda en Doha y a los esfuerzos fallidos de los países vecinos para lograr que ambas partes regresen al diálogo y se comprometan nuevamente con un acuerdo de paz que cada uno acusa al otro de violar.
Entre las demandas de los rebeldes está que el presidente congoleño Félix Tshisekedi anule "todas las sentencias de muerte y enjuiciamientos" de los miembros del M23, indicó el funcionario dentro de los rebeldes. La delegación está encabezada por Bertrand Bisimwa, coordinador adjunto de la Alianza del Río Congo que incluye al M23.
La delegación del gobierno del Congo está compuesta principalmente por funcionarios de los servicios de seguridad nacional. Exigen que los rebeldes se retiren del territorio tomado en la región afectada por el conflicto, según un funcionario congoleño.
Los analistas describieron rápidamente la reunión como significativa, pero se mostraron cautelosos sobre cualquier resultado positivo inmediato.
Un resultado exitoso de la reunión en Doha "dependerá de la capacidad del mediador para mantener la presión sobre las diversas partes interesadas, y particularmente sobre Ruanda, y para mantenerlos en la mesa", según Christian Moleka, politólogo del grupo de expertos congoleño Dypol.
Moleka agregó que la retirada de los rebeldes no sería fácil sin presión de la comunidad internacional sobre Ruanda, citando cuando el M23 capturó brevemente Goma en 2012 antes de retirarse.
El M23 es uno de unos 100 grupos armados que han estado compitiendo por control del este del Congo en un conflicto que ha creado una de las crisis humanitarias más significativas del mundo. Más de siete millones de personas han sido desplazadas.
Los rebeldes son apoyados por unos 4.000 soldados de la vecina Ruanda, según expertos de la ONU, y en ocasiones han prometido marchar hasta la capital del Congo, Kinsasa, a unos 1.600 kilómetros (1.000 millas) al este.
Corneille Nangaa, líder de la Alianza del Río Congo, dijo recientemente a The Associated Press que las sanciones internacionales y el acuerdo propuesto por el Congo sobre minerales con Estados Unidos en busca de la paz no detendrían los combates.
"Mientras no haya medidas vinculantes sobre Ruanda o el M23, estas medidas seguirán siendo un asunto muerto", señaló Moleka del grupo de expertos congoleño.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.