Trump confiere más poder a Musk y su Departamento de Eficiencia Gubernamental para recortar la plantilla federal
El nuevo decreto prohíbe a los organismos contratar a más de un nuevo trabajador por cada cuatro que abandonen la administración
El presidente Donald Trump concedió al hombre más rico del mundo aún más poder para remodelar el Gobierno federal al firmar un decreto que obliga a las agencias a cooperar con el “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE) dirigido por Elon Musk para recortar sus plantillas y limitar la contratación de sustitutos.
Trump firmó el decreto mientras Musk observaba detrás de su hombro en el Despacho Oval el martes ante la mirada de los periodistas, y del hijo pequeño de Musk.
Cuando le preguntaron sobre los críticos que han calificado sus esfuerzos antigubernamentales de “toma hostil” del poder ejecutivo, Musk contestó a los periodistas: “El pueblo votó por una gran reforma del Gobierno y eso es lo que el pueblo va a conseguir”.
Afirmó que el propósito de la administración de Trump era “restaurar la democracia” eliminando la independencia del servicio civil profesionalizado, al que describió como la “cuarta rama no elegida e inconstitucional del gobierno, que es la burocracia”.
Musk también sugirió que hoy en día las agencias del poder ejecutivo tienen “en muchos sentidos, más poder que cualquier representante electo” y afirmó, sin ofrecer prueba alguna, que los empleados federales se estaban enriqueciendo de forma ilegal con decenas de millones de dólares.
Al revisar la hoja informativa de la Casa Blanca obtenida por The Independent afirma que la orden exige a los jefes de las agencias federales que “coordinen y consulten con el DOGE para reducir el tamaño de la plantilla federal y limitar la contratación a los puestos esenciales” y ordena a la Oficina de Gestión de Personal, que ya está dirigida por aliados de Musk, que promulgue nuevas normas de conducta para los trabajadores federales.
También exige a los organismos que limiten la contratación cubriendo solo un puesto por cada cuatro empleados que abandonen el servicio federal y que planifiquen “reducciones de plantilla a gran escala” al determinar qué funciones pueden eliminarse o combinarse.
El decreto de Trump, que no se aplicará a los componentes de “seguridad nacional, seguridad pública, aplicación de la ley y aplicación de la ley de inmigración” del gobierno federal, es el último esfuerzo del nuevo presidente y su acaudalado patrón para reducir los 2,2 millones de trabajadores federales del país.
El presidente y su movimiento “Make America Great Again” (Hagamos a Estados Unidos grande otra vez) son hostiles desde hace tiempo a la idea de un funcionariado no partidista formado por expertos de carrera, que juren “apoyar y defender” la Constitución de Estados Unidos y no a un presidente concreto.
En conversaciones privadas con confidentes, Trump ha culpado a menudo a los funcionarios de obstaculizar su agenda de primer mandato y se ha quejado de que no puede despedir a empleados de carrera por ser desleales a él personalmente.
Uno de sus primeros actos como presidente fue revivir un decreto de su primer mandato que reclasifica amplios sectores de servidores públicos en puestos “facultados para determinar políticas” como empleados a voluntad. Por lo tanto, los despoja de las protecciones de las que han disfrutado durante mucho tiempo como parte del sistema no partidista establecido por primera vez en virtud de la Ley Pendleton de 1883.
Traducción de Michelle Padilla