American Airlines: confunden a una anciana de 101 años con una niña por un error en el sistema
Los sistemas de reserva de la aerolínea estadounidense no pueden calcular su edad correctamente
En repetidas ocasiones, confundieron a una anciana de 101 años con una niña debido a un error en el sistema de reservas de American Airlines.
Patricia, que nació en 1922, causó un desperfecto en el sistema de la aerolínea al ingresar su fecha de nacimiento, el cual asumió que la fecha correcta era el año 2022.
El hecho ya se repitió varias veces y le ha ocasionado inconvenientes a la hora de viajar, puesto que la aerolínea espera recibir a una niña y no dispone los medios de transporte adecuados dentro de las terminales aeroportuarias.
Mientras intentaba viajar de Chicago a Marquette (Michigan), la exenfermera le comentó a la BBC: “Fue gracioso que pensaran que era solo una niña, ¡pero soy una anciana!”.
Para realizar el vuelo local, compró dos pasajes para personas adultas: uno para ella y otro para su hija Kris.
“Mi hija hizo la reserva de manera virtual, y la computadora en el aeropuerto pensó que nací en 2022, no en 1922”, agregó.
A pesar de la buena predisposición de la tripulación de cabina, la anciana aseguró que ya había tenido “el mismo problema” el año anterior.
En una ocasión, tuvo que esperar una silla de ruedas para desembarcar del avión, ya que el personal del aeropuerto no había dispuesto un medio de transporte para trasladarla por la terminal.
Según informó la BBC, Patricia viajó por su cuenta hasta los 97 años, pero tuvo que dejar de hacerlo tras desarrollar problemas de visión.
En cuanto a sus planes a futuro, desea que el problema se resuelva antes del próximo otoño, puesto que tiene previsto viajar con su hija nuevamente y desea que disfrute de una experiencia placentera.
“Me gustaría que arreglen la computadora, ya que mi pobre hija tuvo que cargar con todo nuestro equipaje casi un kilómetro y medio de una puerta a otra”, aseguró.
The Independent se contactó con American Airlines en busca de comentarios.
Traducción de Noelia Hubert