El cambio climático no es chistoso. Pero hay más comediantes generando conciencia sobre el tema
En un reciente programa de comedia en vivo, el comediante colombiano-americano Esteban Gast compartió con los espectadores que sintió mucha culpa al responder a una lista de preguntas para calcular su huella de carbono durante la escuela secundaria. ¿Alguna vez has manejado un coche o volado en un avión? Era una de las preguntas.
Y admitió, ante la risa del público, que su culpa católica lo obligó a hacerse más interrogantes sobre sus propios hábitos.
“Yo pensaba ‘me masturbo’ y ellos decían ‘esa no es’, y yo pensaba ‘no, la forma en que yo lo hago sí lo es’”, bromeó Gast sin entrar en más detalles, quien fue seleccionado como uno de los 100 latinos más comprometidos a la acción climática en el año 2024 por Sachamama, una organización ambiental sin fines de lucro.
Luego vino un giro en su guion: la empresa gigante de petróleo y gas BP extendió la idea de que había que rastrear las emisiones de cada persona para trasladar la responsabilidad sobre el cambio climático de las empresas de combustibles fósiles a los individuos, dijo.
“Es como si tu amigo adicto a la cocaína te dijera que no te tomes un café con leche... BP, famosa por derramar petróleo en el Golfo de México, me dijo: ‘Oye, Esteban, ¿alguna vez has manejado un coche?’. Y yo le respondí: ‘No sé, a veces’. Ellos, mientras, vierten petróleo en la boca de una tortuga”.
El público se rio.
Gast es parte de un grupo creciente de comediantes que están usando el humor para generar conciencia sobre el cambio climático.
En escenarios, en internet y en las aulas de clase, ellos lanzan chistes en los que hablan sobre temas como el Inflation Reduction Act, una ley sobre clima del gobierno del expresidente Joe Biden, o sobre las empresas de combustibles fósiles o, incluso, comparten información sobre los beneficios ambientales de una dieta vegana, que emite menos emisiones que calientan el planeta.
Esperan enseñar a la gente sobre la crisis climática, aliviar la ansiedad con risas y dar esperanza. Y aunque los impactos del cambio climático son mortales y terribles, expertos dicen que usar el humor para poner sobre la mesa el calentamiento global es una parte importante para tener más alcance.
Brad Einstein, quien ha escrito guiones para el concurso de comedia “Billy on the Street”, se lo plantea así: “¿Cómo miramos a los ojos a ese horror y dejamos que nos mire, y luego le guiñamos un ojo?”.
Aumentar la conciencia
En la serie de comedia de YouTube de Rasheda Crockett, “Might Could”, la actriz y comediante de Nueva York, conocida por su personaje en la serie “Bigger”, mezcla humor con información accesible sobre el cambio climático.
En un video, ella bromea sobre los beneficios ambientales de dietas basadas en plantas mientras pide a los científicos de comida que hagan un queso vegano que realmente se derrita. En otro, habla sobre el Inflation Reduction Act y parte de los 1.000 millones de dólares invertidos en esa ley para reducir impuestos y más.
“¿500 millones de dólares? ¡Puedes comprar 250 Michael Jordans con eso!” bromea.
“Este es otro aspecto en el que las personas racialmente marginadas resultarán más afectadas y en primer lugar por los desastres”, dijo Crockett, de raza negra, quien participó en 2023 en el Climate Comedy Cohort, un programa al que Gast ayudó en sus inicios y que conecta a comediantes con expertos climáticos. Su afirmación está respaldada por la Agencia de Protección Ambiental, que dice que el cambio climático afecta más a gente negra, a los latinos y otras comunidades de minorías raciales y étnicas.
“La Tierra se está calentando como el interior de un Hot Pocket", dijo sobre la marca americana de sándwiches prefabricados y congelados. "Y solo quiero que la gente se preocupe”, dijo.
Varias encuestas muestran que mucha gente sí está preocupada.
Una encuesta de 2023 del Centro de Investigación de Asuntos Públicos de Associated Press-NORC reveló que el 64 % de los adultos estadounidenses afirmó haber enfrentado recientemente fenómenos meteorológicos extremos y creía que se debían, al menos en parte, al cambio climático. Además, cerca del 65 % afirmó que el cambio climático ya ha tenido o tendrá un gran impacto a lo largo de su vida.
Otro estudio del Pew Research Center reveló que la mayoría de los estadounidenses creen que el cambio climático está perjudicando a la población y el 63 % prevé que su impacto empeorará a lo largo de su vida. Ese porcentaje es mayor entre los adultos jóvenes. Aun así, la gente da más importancia a otros problemas nacionales, como la economía, el cuidado de la salud y el crimen, más que al cambio climático.
El humor puede tender un puente entre el mundo técnico de la ciencia, la política climática y la persona promedio, dijo Gast. Y cree que los comediantes son mensajeros “improbables” capaces de lograrlo.
“Necesitamos a alguien que hable de ciencia y luego necesitamos a alguien que ni siquiera mencione la ciencia y sólo mencione una puesta de sol espectacular para surfistas”, dijo.
Comedia para el alivio
En la Universidad de Colorado Boulder, en los Estados Unidos, la comedia climática es una tradición.
En los últimos 13 años, los profesores Beth Osnes-Stoedefalke y Maxwell Boykoff han impartido un curso de comunicación climática creativa, en el que los estudiantes aprenden cómo transmitir información sobre los problemas y soluciones climáticas de forma creativa. Durante la clase, a veces también trabajan en sus propios sketches o monólogos que después presentan en un evento titulado Stand Up for Climate Comedy o, en español, Defiende la Comedia Climática.
Hace varios años, los profesores decidieron utilizar a sus estudiantes y a los espectadores como casos de estudio para entender los efectos de combinar la información climática con la comedia. Entre sus hallazgos, encontraron que la comedia climática aumentó la conciencia sobre el tema y redujo la ansiedad derivada de los preocupaciones climáticas.
Numerosos estudios también han demostrado que el humor reduce el estrés, la depresión y la ansiedad.
“No se puede simplemente acumular todos los informes del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, por sus siglas en inglés) y esperar que la gente los entienda”, dijo Boykoff, profesor de estudios ambientales, haciendo referencia a los artículos científicos de las Naciones Unidas sobre el impacto climático global. “Hay que encontrar estos espacios creativos”.
La profesora de teatro Osnes-Stoedefalke afirmó que el humor también tiene el poder de exponer las fisuras en los argumentos malos. Pero quizás lo más importante es que puede dar esperanza.
La comedia sobre el cambio climático “contribuyó a generar esta sensación de esperanza constructiva”, afirmó sobre su estudio. “Y sin esperanza, la acción no tiene sentido”.
Dándole sentido al momento político
Para algunas personas, la comedia también puede ayudarles a dar sentido y risas al momento político.
Bianca Calderón, estudiante de maestría en Política Ambiental y Energías Renovables en la Universidad de Colorado Boulder, cursa la clase de Comunicación Climática Creativa, donde está escribiendo un monólogo sobre propuestas de subvenciones.
En su texto, se da cuenta de que necesita reescribir el sumario de su subvención para omitir palabras como “diversidad”, “comunidad” y “energía limpia” para cumplir con las directrices de la administración del presidente Donald Trump, que ha vetado los esfuerzos de diversidad, equidad e inclusión entre los contratistas federales y los beneficiarios de subvenciones.
Pero hay un gran problema: Calderón busca financiación federal para investigar cómo involucrar a comunidades diversas en el mercado laboral de las energías limpias. “Al final, pienso: ‘Bueno, la verdad es que no tengo palabras que usar porque ninguna está permitida’”, dijo. Se basa en su experiencia real.
Hace poco, antes de terminar un internado con el Laboratorio Nacional de Energía Renovable, un centro de investigación financiado por el gobierno federal, Calderón ayudó a escribir una solicitud para una subvención para recibir más dinero federal. Pero no fue fácil cumplir con las nuevas directrices. “Definitivamente tuvimos que ser creativos con la forma en que enviamos la propuesta", dijo.
Brad Einstein, el comediante y dos veces artista residente del Servicio de Parques Nacionales, también usa el humor para hablar sobre las acciones de la administración de Trump.
Usando una piña de pino como micrófono, Einstein ha publicado videos en sus redes sociales sobre los despidos masivos en el Servicio de Parques Nacionales y de Bosques Nacionales. La respuesta en línea que recibió al hablarle a la piña es diferente a todo lo que había recibido de internet, afirmó.
Un simple detalle como hablarle a una piña puede hacer que la gente preste más atención. Si eso es lo que hace falta para que la gente escuche, dijo Einstein, entonces es lo que hará. Un estudio del año 2021 reveló que el humor ayudaba a las personas a recordar información política y aumentaba la probabilidad de compartirla con los demás.
“Necesitamos una ciudadanía informada que pueda criticar el mensaje que recibe”, dijo Osnes-Stoedefalke. “Y creo que la comedia puede lograr eso de una manera que otros no pueden, de una manera que capta la atención de la gente”.
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